Introducción a la Teología, Pedro Abelardo

[Introductio ad theologiam]. Se denomina de este modo, aunque erróneamente, la primera parte de la Teología, la gran obra teológica de Pedro Abelardo (1079-1142), que fue es­crita después de la condena sufrida por él en el Concilio de Soissons en 1121 y había de estar dividida en tres partes (De fide, De sacramentis, De charitate), correspon­dientes a una análoga tripartición de la teología. Con todo, sólo nos ha llegado esta primera parte, que fue publicada en Amboise por primera vez, en 1616, y después por Cousin en Petri Abaelardi opera hactenus inédita (1849-1859).

Esta llamada Introduc­ción comprende, a su vez, tres libros: el primero es un breve tratado acerca de la fe, la caridad y los sacramentos, con espe­cial referencia a la fe en la trinidad y uni­dad divina. De la fe, de la caridad y de los sacramentos depende la salvación, para la cual importan, sobre todo, las verdades de fe relativas a la naturaleza de Dios. En el segundo se desarrollan los argumentos acerca del dogma de la Trinidad, al cual fue el primero en aludir, remachando la idea de que ya los hebreos y gentiles habían dado testimonio de la verdad de la tríada divina. El tercer libro está dedicado a los atributos generales de Dios, a su bondad, omnipoten­cia y unidad, y hasta a su existencia; cues­tiones todas que son independientes del dogma cristiano de la Trinidad y que ha­brían de servir de preparación al conocimiento de éste. Esa inversión de los argu­mentos ha sido atribuida a la circunstancia de que, queriendo Abelardo ser aquí sólo teólogo, se preocupó especialmente de ense­ñar cómo ha de ser concebido el Dios cris­tiano, uno y trino, y mostrar con qué auto­ridades bíblicas y paganas puede esta con­cepción ser apoyada e ilustrada.

El desor­den de la exposición y las desigualdades de su estilo han suscitado también la hipótesis de que esta obra pueda ser la redacción de un curso de teología en el que las partes escritas por mano del maestro alternan con otras debidas a algún discípulo que hubiese resumido la exposición de los temas y las discusiones a veces suscitadas. Sea como fuere, esta Introducción es la primera obra de coordinación teológica resultante de la aplicación del método dialéctico a la teolo­gía (método que dará sus frutos con los grandes escolásticos del siglo XIII): lleva el sello de la misma libertad de pensamien­to, del mismo racionalismo que caracterizan el Pro y el contra (v.) y que hacen de Abe­lardo el más atrevido e independiente de todos los escolásticos, aunque formalmente „ muy respetuoso para con la Iglesia

M. Venturini