[Inscriptiones christianae urbis Romae séptimo saeculo antiquiores]. Cuerpo de las inscripciones cristianas de Roma (texto, interpretación, discusión-y comentario), iniciado por Giovanni Battista De Rossi (1822-1894), el autor de la Roma subterránea cristiana (v.). Sólo fue publicado íntegro por el autor el primer volumen, en 1861, mientras que del segundo únicamente publicó la primera parte en 1888. La obra, continuada por Gatti como suplemento al volumen I, en 1915, fue terminada por Angelo Salvagni, en 1922, con la colección de las inscripciones de origen incierto, en las iglesias y en los museos y en las colecciones de Roma y de las demás ciudades de Italia.
El plan establecido por De Rossi consistía en reproducir fielmente las inscripciones por medio de dibujos; demostrar su autenticidad cristiana; dar el texto genuino y su interpretación, y dando también a conocer sus copias manuscritas, con sus variantes; formar por lo tanto un gran «corpus» de ciencia epigráfica en seis volúmenes. Fundamento de todo el trabajo, la fijación de la época de las inscripciones; y como una décima parte apenas de las inscripciones cristianas de Roma, del período indicado (calculado por De Rossi en unas once mil, número hoy elevado a más de treinta mil) tienen fecha cierta, De Rossi escogió para el primer volumen el estudio de las inscripciones sepulcrales de fecha segura, disponiéndolas por orden de años, meses y días desde el año 71 (Gatti, sin embargo, ha puesto en tela de juicio el carácter cristiano de esta primera inscripción) , hasta el final del siglo V. Hizo seguir a éstas las inscripciones de fecha incierta, reconstruidas con criterios internos, especialmente el estilo de la época, que en la era de las persecuciones es sencillo, tímido, simbólico («vive en Dios»; «en el Señor»; «en paz»; «ten reposo»; «Dios te dé reposo»; «ruega por nosotros», etc.) desprovisto de datos históricos y elogios; mientras que en el período de la paz el estilo es frío, a menudo enfático, verboso, elogioso para el difunto más que expresivo de sentimientos de afecto y religión. El segundo volumen, según designio del autor, había de ser el más importante, y contener una selección de las inscripciones cristianas más notables, distribuidas por clases, destinadas a ilustrar los dogmas, los ritos, las costumbres de la Iglesia primitiva; mientras que los otros cuatro volúmenes habían de tratar del resto de las inscripciones cristianas de Roma.
En cambio, la parte del segundo que corresponde a De Rossi contiene la publicación de los manuscritos epigráficos precedidos de una docta disertación, y para no defraudar la expectación de la prometida historia dogmática, disciplinal y moral, por medio de textos epigráficos, al organizar el Museo Epigráfico Cristiano Pío-Lateranense con ese criterio, hizo reproducir en heliotipia los cuadros de las inscripciones, y formó con este título un álbum ofrecido en homenaje a Pío IX con motivo de su jubileo episcopal.
G. Pioli