Inscripción Ferraresa de 1135, Baruffaldi

La más antigua muestra en romance italiano de índole rudimentariamente literaria, de considerarse auténtica, es la inscripción que estaba en el arco del altar mayor de la ca­tedral de Ferrara, trabajada en forma de mosaico y que, reconstruida en 1572, des­pués de un terremoto, fue publicada en la versión de los restauradores por vez primera por Baruffaldi en 1713: «para eterna me­moria — como él mismo escribió — ya que es de temer que al reconstruirse actualmente y restaurarse la iglesia mencionada, acaben de perderse estos mosaicos». El caso es que la inscripción quedó destruida. La versión hoy conocida es, según parece, la anterior a la mencionada restauración y si no lleva exactamente la fecha de 1135, es decir, la de la inauguración del Duomo, será poco posterior; con las correcciones más recientes los cuatro versos de la ins­cripción aparecen de la siguiente manera: «A mil ciento treinta y cinco iniciado/ fue este templo a San Gogio dedicado/ por Guillermo ciudadano por su amor/y mía fue la obra Nicolás escultor» [«Li mile cento trenta cenqe nato/fo questo templo a San Gogio donato/da Glelmo ciptadin per so amore / e mea fo l’opra Nicolao scolptore»]. El nombre del escultor Nicolás que había trabajado en Ferrara, lo mismo que en Módena y posiblemente en Verona, es recordado enfáticamente al final de esta modesta noticia, que para nosotros es tan preciosa porque el latín no es más que un recuerdo bajo la irrupción del romance.

F. Antonicelli