Título de de una comedia del escritor mexicano afincado en España Manuel Eduardo de Gorostiza (1789-1851), en cinco actos y en verso, a la que su autor, en la dedicatoria a Anarda, fechada en Madrid en 1 de agosto de 1818, califica de «ensayo dramático». La acción comienza a las seis de la tarde y termina a las doce del día siguiente.
Doña Tomasa, hija de don Fermín de Peralta, vecino de una villa de Navarra, y hermana de don Carlos, trata de casar con don Severo de Mendoza, vizcaíno establecido en Castilla. El joven Carlos advierte a su padre que el único defecto del prometido de la joven, amigo suyo de infancia, es no tener ninguno: que sólo conoce el mundo por los libros y que probablemente el matrimonio proyectado va a resultar un fracaso. Don Fernando, de acuerdo con el alcalde del pueblo, llamado don Pedro, tratan- de demostrar al futuro esposo de Tomasa, próximo- a llegar, que todo el mundo se halla de la perfección a igual distancia. Desechada la idea del padre de hacer venir a cierto capellán de monjas, que en dos o tres encerronas pondrá a don Severo como una malva, se decide crearle obstáculos y dificultades en su camino. Cuando el mancebo llega, comienza Carlos por decirle que su hermana se halla en un convento, ocupada en rezar una novena a Santa Rita de Casia, abogada de imposibles, y empieza a hablarle de una cierta Flora, que si bien es su novia, dista mucho de quererla, pues ella está enamorada de otro, que es, ni más ni menos, que el propio don Severo. Adjudican los conjurados a Tomasa el papel de Flora, y cuando todo el enredo se descubre, después de mil incidentes, declara el enamorado qué quiere ser de todos conocido por tolerante y prudente, que es lo mismo que indulgente, y perdona a su futuro padre político.
La comedia cuyo argumento queda relatado puede leerse en el tomo I de las Obras completas de Gorostiza, incluidas por Agüeros en su Biblioteca de Autores Mexicanos (México, 1899). Existe edición más moderna, con prólogo de Mario Mariscal (México, Universidad Nacional Autónoma, 1942. Biblioteca del Estudiante Universitario, núm. 37).
A. Millares Carlo
Aunque ya desde su primera producción se advierte en Gorostiza la segura capacidad del autor teatral nato, dueño de todos los recursos y dotado de las mejores cualidades del verdadero autor dramático (Indulgencia para todos, que es tenida como su primera pieza, y, en efecto, es muy probable que lo sea, es una obra excelente y tan buena, que se hace casi imposible admitir que sea la creación de un primerizo), es indudable que con los años habría progresado notablemente y que, de no haber interrumpido su producción aún en plena juventud, habría dotado a nuestro teatro nacional dé multitud de obras mejor maduradas y más equilibradas. (Mariscal)