Novela fantástica, escrita en francés por Jacques Casanova (1725- 1798) y publicada en 1788 en Praga como traducción del inglés. En una fantasía inspirada en las reformas de la época, el escritor expresa su concepción utópica sobre el porvenir de la humanidad. El verdadero titulo de la obra es, Icosameron, o historia de Eduardo y Elisabeth que vivieron ochenta y un años con los megamicros, aborígenes del Protocosmos en el interior de nuestro globo [Icosameron ou histoire d’Edouard et d’Elisabeth qui passèrent quatre-vingt un ans chez les Mégamicres, habitants aborigènes du Protocosme dans l’intérieur de notre globe].
Los dos jóvenes, a través del remolino del Maelstrom, se meten en una caja de plomo y van a parar entre una gente extraña que vive bajo tierra en una especie de inocente bienaventuranza. Después de variadas aventuras mezcladas con disquisiciones filosóficas sobre la naturaleza del hombre y reflexiones morales cerca del estado futuro del mundo, vuelven a la superficie terrestre y gracias a ellos nace una dinastía de hombres nuevos, mejores que todos los que han vivido desde el principio de la creación: a esta nueva estirpe corresponde salvar la civilización. La obra, formada por «veinte jomadas» (como indica el título, que recuerda el del famoso Decameron), busca intencionadamente un interés especulativo, y solamente donde Casanova se acerca a su experiencia personal adquiere un poco de vivacidad. En conjunto es claro testimonio de la curiosidad insaciable de uno de los más típicos aventureros del siglo XVIII y su deseo de grandes reformas sociales incluso siguiendo la estela de la Ciudad del Sol (v.) de Campanella, o de los Viajes de Gulliver (v.) de Swift. Notables como sueño de una visión futura son los agudos y paradójicos detalles sobre caballos voladores, la producción de esencias preciosas, la fabricación de proyectiles de fuego, el «fuego eléctrico» y cosas parecidas. Obra curiosa y llena de temas narrativos presentados de vez en cuando como anécdotas, inspiró tal vez a Verne para su Voy age au centre de la Terre, 1864.
C. Cordié