Historias, Cayo Crispo Salustio

[Historiae]. Cinco libros compuestos por Cayo Crispo Salustio (86-35 a. de C.). Comenzaban en el año 78 y terminaban en el 67, es decir, desde la muerte de Sila a la guerra contra los piratas. De los fragmentos conservados, los más im­portantes comprenden cuatro discursos y dos cartas: el discurso de M. Lèpido contra las reformas de Sila, el de M. Filipo contra Lèpido, el de C. Aurelio Cotta contra Ser- torio y Mitrídates y el de C. Licinio Macro sobre los peligros de la dictadura. De las cartas, una es de Pompeyo, quien desde Es­paña pide ayuda al Senado, y la otra es del rey Mitrídates, dirigida a Arsaces, solicitan­do su alianza contra los romanos. Las mo­nografías que de él se nos han conservado, como la Guerra de Catilina (v.) y la Guerra Yugurtina (v.), nos permiten entrever cuál fue el espíritu partidista en el que Salustio se inspiraba al componer sus historias, en las que adopta una evidente posición antisensatorial y filocesarista. De esta forma historiográfica sectaria y parcial, aunque siem­pre artística, será Tàcito el supremo émulo e imitador, con sus Historias (v.) y sus Anales (v.).

F. Della Corte

Libertino, impúdico, vicioso y monstruoso, tanto en su vida como en sus escritos, además de ladrón ignorantísimo de las viejas palabras de Catón. (Leneo, liberto de Pompeyo)

Primus romana Crispus in historia. (Marcial)

La concisión del inmortal Salustio… a cuyo lado nada puede ser más perfecto para el oído atento y experto. (Quintiliano)

Rerum romanarum fiorentissimus auctor. (Tácito)

Escritor majestuoso y proporcionado a la grandeza romana, si hubiese abrazado todas las memorias romanas, y si las que abrazó no se hubieran perdido. (Gravina)

Salustio sintió en la historia el drama con­tinuo de la vida y quiso manifestarlo y ha­cer visible, no sólo las acciones, sino también los pensamientos de los hombres; escribió de las cosas pretéritas de forma que apare­cieran siempre presentes a nuestro espíritu. (C. Marchesi)