Historia del Liberalismo Europeo, Guido de Ruggiero

[Storia del liberalismo europeo]. Obra de Guido de Ruggiero (1888-1948), publi­cada en 1925. Sistematiza los resultados de los estudios más recientes sobre el libera­lismo en la dirección de un pensamiento histórico que halla su exposición en la His­toria de Europa de Benedetto Croce. Establecida la distinción, desconocida para los antiguos, de libertad civil y libertad política, el autor ilustra los principios juridicosociales del siglo XVIII y, a través de su evo­lución de las diversas formas de gobier­no, llega a las distintas formas que el li­beralismo ha revestido en los diferentes pueblos. En Inglaterra, el radicalismo, la lu­cha de los economistas, el movimiento re­ligioso, justifican los caracteres de una so­ciedad que, aunque radicada en la tradi­ción, se inclina hacia las nuevas ideas; mientras que la escuela de Manchester por un lado y el robustecimiento de los conservadores por el otro, determinan el des­envolvimiento de las corrientes liberales hasta su afirmación completa en la vida social y parlamentaria. El liberalismo fran­cés nace, a su vez, después de los Cien Días, de la oposición entre la monarquía burguesa y los movimientos decididamente revolucionarios que, a través de la expe­riencia crucial del Segundo Imperio, lleva­rán a la larga prueba de la Tercera Repú­blica.

El liberalismo alemán, nacido de los fervores románticos y de una exigencia nacional, tuvo un carácter conservador y casi feudal, lo que provocó de un modo natural, casi como consecuencia propia, una corriente socialista que respondía mejor a las necesidades de la colectividad y de la justicia social. En Italia, tras del «Risorgimento» y de Cavour, el programa liberal fue continuado por la derecha histórica, y el autor ilustra su actitud a través de sus relaciones con la democracia, con el so­cialismo y con la Iglesia, expone sus crisis, no en su concepto de la libertad, sino en sus aspectos económicos en relación con la guerra de 1914-18, con la vida moral del pueblo y con la literatura. La obra, que refleja una límpida concepción moderna de historiador, acaso supervalora la nece­sidad dialéctica de comprender los aconte­cimientos a la luz del liberalismo, pero re­vela una singular capacidad de síntesis.

C. Cordié