[Storia del «Giorno»]. Ensayo crítico de Giosue Carducci (1835-1907), publicado en 1892, referente al Día (v.) de Giuseppe Parini; posteriormente fue incluido en el volumen II Parini maggiore de la edición completa de las obras carduccianas, junto con otros ensayos complementarios: «Primeros albores de la lírica moderna en Italia» (1903); «Las primeras grandes odas de Giuseppe Parini»; «La decadencia» (1904); «La vacuna» (1905); «La licenciatura» (1905). El esquema general para valorar la importancia y significación de la poesía de Parini es el que se encuentra en los historiadores de la literatura que precedieron a Carducci: Parini y Alfieri inician la edad nueva del arte italiano en el sentido de la realidad (Goldoni), de la moralidad (Parini) y del idealismo (Alfieri); «tres modos y tres términos que, unidos, producen el arte soberano». Existe aquí un eco probable de conocidas ideas de De Sanctis, pero partiendo de esta premisa general, el ensayo procede seguidamente con propia personalidad y con viva y eficaz sinuosidad de ilustración y examen. Poeta nuevo y original, porque es humano, es decir, una personalidad, una conciencia; y un gran artista, ya que hace obra de renovación trabajando en el surco de la gran tradición literaria, Parini ennoblece con el magisterio del arte su origen plebeyo, y trazando el gran cuadro de la nobleza degenerada, inicia la edad del pueblo en el proceso de la historia moderna.
Es una interpretación democrática fulgurante de aguzados y apocalípticos espíritus jacobinos que afloran con frecuencia en todos los ensayos parinianos de Carducci; detrás del preceptor del «rito amable» se halla el verdugo; tras la sonrisa pariniana, el brillante relampagueo de la guillotina; tras el poema, la revolución. Después de haber dicho que «el motivo del Giorno es didáctico, el procedimiento descriptivo, y el desarrollo entre épico y dramático», Carducci examina comparativamente los caracteres propios de la sátira pariniana, definiéndola como «una épica de la sátira», y los caracteres y la función de la ironía en el poema se vinculan sustancial y directamente a las conocidas observaciones de De Sanctis. Las páginas más interesantes y animadas de la Historia del «Día» son aquellas en que más libremente se despliegan las facetas historicohumanistas del temperamento crítico carducciano, y donde la indagación se apoya en los elementos técnicos y estilísticos de la poesía de Parini, librándose de las rígidas premisas conceptuales y de método; los resultados críticos pueden ser de alcance limitado, si se quiere, pero son seguros en el propio ámbito, a la vez que incisivos, nítidos, concretos y, por decirlo así, definitivos. La Historia del «Día» es uno de los ensayos críticos carduccianos de más libre y vario desarrollo; la ordenación constructiva es más bien floja, careciendo de una rigurosa coherencia de método y de principio, pero estos defectos son velados y compensados por sus cualidades congénitas: el brío narrativo del ensayo, el vibrante nervio de cada página, la vivacidad y la precisión colorista de la ilustración historicoerudita, la nitidez correcta y la consumada habilidad técnica de las notaciones humanistas.
D. Mattalía
Carducci consolidó la crítica sobre los fundamentos foscolianos, no sin mezclarla con manchas verdosas, signo indudable de la hepatitis alcohólica que le corrompía la sangre y le ofuscaba el juicio. (Rapisardi)
Con frecuencia no sabe criticar, pero sabe siempre leer. El punto de vista con que él enfoca un libro, es el más justo. (Serra)