Historia de Roma, Berthold Georg Niebuhr

[Rómische Geschichte]. Obra del historiador alemán Berthold Georg Niebuhr (1776-1815). El primer volumen, dedicado a Federico Guillermo III, trata de la época de los reyes y fue publicado en 1811; el segundo (1812) llega hasta las leyes Licinias; el tercero (1832) hasta el 241 a. de C.

Los dos prime­ros volúmenes fueron más tarde refundidos por el autor a base de un estudio efectua­do en Roma durante su misión diplomática entre 1816-1822 y publicados entre 1827 y 1828. La Historia de Roma de Niebuhr ini­cia la reacción característica de los prime­ros decenios del siglo XIX contra el racio­nalismo del siglo anterior. La ilustración había sacudido grandemente la incondicio­nal confianza en la tradición según Livio. Niebuhr volvió a examinar las fuentes his­tóricas, sustituyendo el escepticismo por la crítica: no quería destruir, sino devolver al cuadro sus colores primitivos, borrando las superposiciones y demostrando el nexo lógico y el desarrollo del proceso histórico. Según Niebuhr son tres las edades de las naciones: la primera, poético-irracional o mitológica; la segunda, mítico-histórica, basada en verdaderas tradiciones, y la ter­cera, histórica. Y tres son los puntos donde se pueden buscar las antiguas memorias: los documentos y monumentos auténticos, los anales públicos y privados y las leyen­das poéticas.

De los primeros se hizo poco uso en las épocas precedentes, los anales primitivos se perdieron y la historia, reelaborada en los anales posteriores, es falsa. Precisa, pues, ver lo que los escritores pue­den aprovechar de las tradiciones y leyen­das. Así, pues, Niebuhr se propuso liberar la historia del esquema fijo a que la habían ligado las concepciones de antiguos escri­tores, le insufló el espíritu de su tiempo y la hizo directa y actual como si se tratase de historia contemporánea. La vida del pueblo se convirtió en centro del estudio que antes tenía por objeto a los individuos en particular. Dio un nuevo valor al hecho singular, escogió para su investigación un pueblo cuyas posibilidades espirituales se exteriorizaban en el campo político, cuyos ciudadanos no creaban obras originales en el arte ni en la ciencia, pero habían sabido concebir el Estado más perfecto que re­cuerda la tradición: modelo y ejemplo para la alemania de entonces que, igual que la antigua Grecia, dirigía sus fuerzas a la literatura y a la filosofía e ignoraba los grandes empeños de la vida política.

Si su concepción romántica de la historia, basada en la convicción — recogida luego por el italiano De Sanctis — de que existía una antigua producción épica romana que pasó luego a la analítica, había de quedar sobre todo como gran documento de su época, más original e importante fue su estudio sobre el Estado romano considerado como esencialmente agrícola y sobre las luchas entre la plebe y el patriciado, ante las cuales Niebuhr, hostil al imperio burgués de Napoleón, muestra su simpatía hacia la plebe y, en general, hacia los campesinos. El estilo de la obra es complejo y resulta alguna vez hermético por su mismo esfuer­zo evocador. Su influencia fue muy consi­derable en toda la historiografía posterior.

G. Noulian

La Historia de Roma es el primer libro de historia escrito en alemán que me ha im­presionado: las descripciones de Niebuhr, llenas del soplo de la Antigüedad, me han dado en seguida la impresión de que tam­bién entre los modernos puede haber his­toriadores. (Ranke)