Historia de mi Fuga de los «Plomos» de Venecia, Casanova de Seingalt

Narración autobiográfica escrita en francés por el autor venecia­no Jacques Casanova de Seingalt (1725-1798), publicada en 1788, en Leipzig, y probable­mente en Praga el año anterior. Su verda­dero título es Historia de mi fuga de las pri­siones de la república de Venecia llamadas Plomos [Histoire de ma fuite des prisons de la République de Venise qu’on appelle les Plombs]. Uno de los hechos más ruidosos de 1756 es el de la fuga de Casanova y de un compañero suyo, el padre Marino Balbi, de la terrible prisión veneciana: memoria­listas, embajadores y oficiales de la Corte lo comentan, admirando de modo diverso la habilidad del aventurero. Después de un prólogo de entonación filosófica, en que afir­ma la sinceridad de su vida, cuenta cómo, por las intrigas y sobre todo por causa de los amores de una bella viuda, es aprisio­nado en los Plomos.

Lo acusan, valiéndose de las confidencias de un espía, de prácticas de magia, y lo someten a proceso. En la tris­teza de la prisión, Casanova planea la fuga y, mediante los más sutiles planes, consigue poner en ejecución su proyecto; de modo particular son descritas las jornadas en que, entre vivas preocupaciones, prepara la fuga bajo los techos de plomo de la celda. Viene en su ayuda, primero mediante una correspondencia latina escondida en libros de lec­tura, Marino Balbi, noble veneciano, clérigo somasco. Finalmente, bajando con cuerdas hasta el agua de los «cimientos», consigue escapar con su compañero y abandonar el suelo de la ingrata patria. La narración po­see un extraordinario interés psicológico. Casanova recrea, no sin arte, el clima en el que se desarrolló su vida, que presenta como modelo de sinceridad en medio de la malsana sociedad contemporánea. En la más compleja y famosa Historia de mi vida (v.) el autor escribió de nuevo la historia de su fuga en unos pocos y emocionantes capítu­los, pero en estas Memorias el cotejo de algunos fragmentos, como el famoso de la descripción del hallazgo del «Erbaria», en Venecia, por la mañana temprano, indica cómo el autor revivió con alegre despreo­cupación la aventura más extraña de su existencia.

C. Cordié