Obra del historiador bizantino Critóbulo de Imbro (siglo XV), primera de las obras históricas bizantinas que narra las luchas entre griegos y turcos, tomando como centro de la narración no a los vencidos y a Constantinopla, sino al vencedor. La obra, va precedida de una epístola en la que el autor ofrece el volumen al sultán Mahmud II. Después de explicar las razones de que una historia dedicada al vencedor esté escrita en lengua griega, y después de exponer el plan y las principales divisiones de la obra, anuncia la intención de proseguirla si le es favorable el juicio del soberano. La continuación, sin embargo, no se escribió nunca. La obra se divide en cinco libros, y sigue fielmente los años del reinado del protagonista. En el comienzo del primer libro, el autor se presenta a sí mismo y a su obra. Critóbulo de Imbro escribe para consignar a la posteridad los acontecimientos más famosos, y se dispone a contar la historia y los sucesos del reinado de Mahmud II.
Se excusa después con sus contemporáneos griegos por escribir la historia de los vencedores y no la de los vencidos; los griegos no tienen la culpa de lo que ha ocurrido; todo depende de la inconstancia de la fortuna humana, a cuyos rigores han tenido que someterse muchos pueblos famosos. Como ya hizo antes el historiador Josefo, hablará escrupulosa y verazmente de la derrota que a su pueblo le han infligido los turcos. La narración comienza propiamente en septiembre de 1450, cuando Mahmud, de veinte años, sube al trono a la muerte de su padre. Es notable la narración del asedio a Constantinopla, más completa y, en general, más exacta que la de otros historiadores bizantinos. El segundo libro (del cuarto al séptimo año del reinado) describe, además de otras guerras, el asedio de Belgrado y la derrota turca por obra de Juan Hunyadi. En el cuarto libro (del undécimo al décimotercero año del reinado) hay un episodio sobre el que callan los historiadores turcos contemporáneos. Mahmud II, en una expedición contra Lesbos, visitó Troya y, a la vista de las antiguas ruinas, exclamó: «Ha llegado, por fin, quien te vengará de los que te destruyeron».
El episodio es probablemente invención del autor, debido a reminiscencias clásicas. El quinto libro (del décimo- cuarto al decimoctavo año del reinado) cuenta, además de otras guerras, la lucha contra Matías Corvino, rey de Hungría, y termina el 31 de agosto de 1467 con la descripción de la peste que asoló Macedonia, Tracia y Asia Menor. La obra parece haber sido compuesta antes de 1470. La narración de Critóbulo es exacta, él mismo tomó parte en algunos de los acontecimientos; no altera conscientemente la verdad, pero la narración es, sin embargo, más un panegírico que una historia. El autor elogia y no vitupera; recordando inútiles crueldades turcas, se limita a poner de relieve el noble carácter de las víctimas; exalta al vencedor, mostrando al mismo tiempo una extremada indulgencia para con los vencidos, cuyas disensiones y luchas calla; espera que se repita lo ocurrido después de otras invasiones bárbaras, es decir, la continuación del imperio de Oriente bajo el cetro de un sultán ortodoxo o mahometano. Es evidente que los griegos prefirieron la dominación turca a las inciertas e interesadas ayudas del Occidente cristiano. El estilo es embrollado; perjudica a la claridad el intento de imitar a Tucídides y, sobre todo, la costumbre de los historiadores bizantinos de indicar los pueblos y los personajes de la época con nombres antiguos (a los turcos se les llama persas; a los albaneses, ilirios, etc.)- Tampoco la cronología es exacta.
L. Banti