[The Claverings]. Novela del escritor inglés Anthony Trollope (1815-1882), publicada en 1867. Es la historia de una familia inglesa de principios del siglo XIX, o por lo menos de algunos años de la vida de esta familia, que transformaron completamente el destino de la misma.
Los Clavering están divididos en dos clanes: los mayores, herederos del título y de la fortuna, y los jóvenes, representados por el pastor, su mujer y sus hijos. La casa del pastor y la mansión solariega sólo están separadas por media legua de parque y de pueblo, pero los dos clanes viven en dos mundos diferentes, se hacen mutuos cumplidos y se critican implacablemente. El verdadero héroe de la novela es Harry, el hijo del pastor. Harry pide la mano de una muchacha ambiciosa que es la hermana de lady Clavering, pero ella le rechaza para casarse con un viejo lord, rico y libertino, que la lleva a Italia y la trata abominablemente; pero cuando muere, un año después de su matrimonio, la deja heredera de todos sus bienes (con una reputación muy comprometida). En el intervalo, Harry se ha prometido con una muchacha muy joven y se cree curado de su primer amor. Julia regresa a Londres, viuda, rica, bella y muy aislada a causa del escándalo que la ha precedido; el muchacho será su único amigo, su sostén y su confidente. Él no osa declararle que está comprometido, y un día pierde la cabeza y la abraza. Luego se suceden los arrepentimientos y las luchas de conciencia, nuestro débil héroe retorna a su joven prometida que le espera, y Julia hace gala de una nobleza de conducta que no cabía esperar dado su comportamiento del principio.
La fortuna es muy dura con ella, pues lord Clavering muere en un accidente y su sobrino Harry le sucede en el título, transformándose así en el marido ideal que había soñado conquistar la orgullosa. Éste es el tema principal, pero como en todas las novelas de Trollope, los personajes secundarios viven una vida rica en matices y tan sugestiva a veces, o quizá más, que la de los héroes escogidos por el autor: sir Hugh Clavering, egoísta, brutal incluso con su mujer estúpida y torpe; Florence Burton, la novia triunfante, y su familia, que forman uno de esos grupos modestos y encantadores de la pequeña burguesía que Trollope se complace en pintar en contraste con la brillante sociedad de las casas solariegas; finalmente, los dos grotescos pretendientes de Julia atraídos por su fortuna, y una sorprendente mujer, medio entremetida, medio parásita, que sigue los pasos de Julia ligada a ella. Trollope creía que el valor de esta novela radicaría sobre todo en sus páginas cómicas; para nosotros es imposible limitar a esas páginas el agradable placer que nos procura este retablo de época, viviente y evocador.