Obra de fray Bartolomé de Las Casas, obispo de Chiapas (1470-1576), comenzada en 1533 después de su regreso a España, y terminada en 1561. La historia, por testamento del autor, se mantuvo inédita hasta fines del siglo pasado (1875-76), pero ya había sido utilizada por Antonio de Herrera en su Historia general de las Indias. Está formada por tres libros y comprende los acontecimientos registrados entre 1492 y 1520, pero según el propósito del autor debía tener seis libros y extenderse hasta el año 1552. El autor comienza a narrar la historia del descubrimiento con la abundancia de noticias y detalles que entraron luego a formar parte de la leyenda colombina. Sacando el hilo del ovillo, como dice Las Casas, los españoles se afanaron en devanarlo hasta el fin. Se establecen las primeras colonias en las islas y en el Yucatán, y Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucio completaron el descubrimiento. Entretanto, el veneciano Giovanni Caboto, al servicio de Inglaterra, explora la costa septentrional; Pedro Álvarez Cabral toca el Brasil en 1500; Ponce de León descubre la Florida, y Núñez de Balboa, cruzando el istmo de Darien, da vistas al Pacífico (1513). Hernán Cortés desembarca, en 1519, en Méjico e inicia la conquista del Imperio azteca, mientras Magallanes, siguiendo la ruta del Sur, halla el estrecho que pone en comunicación el Atlántico y el Pacífico (1520).
Lo mismo que en la Brevísima relación de la destrucción de las Indias (v.), también en esta obra insiste el autor en denunciar la violencia de los conquistadores y exaltar al pueblo conquistado, los indios, «buenos y cariñosos por naturaleza». Por la exactitud de las noticias y por la abundancia de documentos, de muchos de los cuales se han perdido los originales, la obra es una valiosa fuente para la historia de los descubrimientos.
C. Capasso