Su autor, «Johan de Flores», que vivió en la segunda mitad del siglo XV, la dedica a su amiga. Se ignora la fecha de su composición, pero existe de esta obra una edición incunable que los bibliógrafos creen impresa en Lérida, por Juan Botel, hacia 1495. Bárbara Matulka publicó nueva edición de ella en su estudio sobre Juan de Flores (Nueva York, 1931).
Mirabella, hija de un rey de Escocia, se había entregado a Grisel, quien había matado a otro caballero que había puesto sus ojos en aquélla. Estos amores fueron descubiertos, y el rey, justiciero, decidió aplicar a su propia hija la ley de Escocia, que en casos parecidos sentenciaba que el más culpable de los amantes debía morir y el otro ser condenado a destierro. Grisel y Mirabella se acusan a sí mismos de mayor culpa, y ante la perplejidad de los jueces, el rey, por consejo de sus letrados, sometió el caso a juicio del poeta catalán Pere Torrellas, famoso por su «maldezir» contra las mujeres, y de Brizaida, que actúa de defensora de Mirabella. Síguense grandes debates sobre casuística amorosa y en pro y en contra del bello sexo. Su resultado es la condena a muerte de Mirabella; pero tal sentencia no se ejecuta, porque Grisel se precipita a la hoguera donde tenía que morir su amante. De este modo Mirabella quedó libre; pero, desesperada, se entregó a las fieras del palacio de su padre y murió despedazada por ellas. Después de esta espeluznante tragedia, la reina buscó la muerte de Torrellas y logró hacerle caer en un ardid en el que murió cruelmente martirizado por las damas de la reina. En la Historia de Grisel y Mirabella la acción novelesca es sólo un pretexto para dar lugar a un debate feminista, como los que estuvieron de moda en el siglo XV, siguiendo el ejemplo de Boccaccio. El tema concreto de este debate es quién tiene mayor culpa en el amor ilegal: si el hombre o la mujer.
Las simpatías de Juan de Flores, como las de su antecesor y maestro Diego de San Pedro, están de parte de las mujeres, que entonces, como ahora, eran el público más entregado a la lectura de novelas sentimentales, como la que reseñamos. Grisel y Mirabella fue obra de gran éxito. En España obtuvo seis ediciones entre el año de su aparición y 1533. Se tradujo al italiano con el título de Historia de Isabella et Aurelio y alcanzó ocho ediciones entre los años 1521 y 1554. Esta versión italiana sirvió de original para una nueva versión española, que se imprimió ocho veces en los Países Bajos, entre los años 1556 y 1608; para una versión francesa, de la que se registran 22 ediciones entre 1527 y 1596, y una traducción inglesa, impresa dos veces en Londres, en 1586 y 1588. Como puede verse, la difusión de esta novela, parecida a la que obtuvieron otras obras españolas del mismo género, fue mayor y más duradera fuera de España que en España misma. Grisel y Mirabella fue conocida del Ariosto, que la recordó al referirse a la «aspra lege di Scozia». Como dato curioso debe notarse que muchas de las ediciones de esta obra publicadas en Italia, Francia, Países Bajos, y en las dos de Inglaterra, se da el texto en tres y en cuatro lenguas, para que pudiera utilizarse en la enseñanza de idiomas.
P. Bohigas