Gonzalo de Céspedes y Meneses (1585?-1638). No fue hecha con carácter de crónica oficial, pero valió a su autor para obtener el título de cronista. Se le conoce más por sus novelas cortas, de tipo predominantemente «ejemplar», y por su vida de persecuciones y castigos, como complicado en aventuras de vario carácter. Le interesaron también los asuntos políticos, interiores, como los sucesos de Aragón, tratados por él en una monografía (1622), luego prohibida, y exteriores, que dieron tema a su folleto Francia engañada, Francia respondida (1635) y le merecieron una réplica portuguesa. Fue este afán vindicatorio de España lo que le llevó a escribir la crónica del monarca reinante, del que sólo alcanzó a historiar los seis primeros años (1621-1626). En la obra se advierte la cautela adquirida por la experiencia de los peligros pasados. Abstiénese de arriesgados juicios, sobre todo acerca del poderoso Conde Duque, y se limita a hacer una pormenorizada reseña de los hechos y las usuales reflexiones que a nada comprometen. No faltan algunas noticias menudas de la vida corriente, de las que los historiadores solían lastimosamente prescindir. El plan es de rigurosos anales, dedicando un libro a cada año de reinado y otro preliminar al período de príncipe; según hábito de los analistas, entran en la reseña conjuntamente ocurrencias extranjeras. En el aspecto literario, Céspedes muéstrase «culto», como los más de su siglo, pero sin que padezca detrimento la claridad; transparéntase también el novelista por la prolijidad de las descripciones. La obra apareció (1631) como «primera parte»; pero en ella se quedó.
B. Sánchez Alonso