Obra de Aristarco de Samos (m. 230 a. de C.). Ya conocida por los árabes, fue publicada en traducción latina por Giorgio Valla en 1488 y en una versión más cuidada, por Federico Commandino, en 1572. Aristarco fue el único sabio de la Antigüedad clásica que, como Copérnico en la época moderna, fundó su doctrina en el sistema heliocéntrico. El libro fue también comentado por Arquímedes. En esta obra el autor admite que las estrellas y el cielo están fijos y que la Tierra gira alrededor del Sol. Aristarco supone que la magnitud de la esfera de las estrellas fijas con el Sol como centro, es tal que la órbita circular descrita por la Tierra guarda con la distancia de las estrellas fijas la misma proporción que el centro de la esfera con la superficie.
O. Bertoli