Himnos, Sinesio de Cirene

De Sinesio de Cirene (siglos IV-V) nos han llegado nueve him­nos, a los cuales, en algunos códices, si­gue un décimo que la mayor parte de los críticos considera apócrifo. Escritos en dia­lecto dórico, estos Himnos están, en su ma­yor parte, en anapestos y jónicos y perte­necen al último período de actividad de Si­nesio; su contenido es, como su valor, muy diverso: el primero y el segundo son quizá los menos bellos, pero tienen interés por las doctrinas religiosas que el autor expone, alejándose en general de la ortodoxia cris­tiana para manifestar más bien principios neoplatónicos y gnósticos, principalmente por lo que se refiere al concepto de la Tri­nidad. En cambio, son bellísimos el octavo, en el que narra el descenso de Jesús a los Infiernos, y el séptimo y el noveno, en los que el autor pide a Dios una vida humilde pero digna de un sabio y la capacidad de elevarse hasta la visión de lo divino. Estos Himnos, dotados de admirable fervor e intenso sentimiento, son importantes, aparte de su notable valor poético, por su inter­pretación de la personalidad de Sinesio, en cuyo ánimo el cristianismo y el helenismo se funden en una unidad completamente nueva e insólita en aquella época.

G. Schick