[Evangelische Kirchenlieder]. Constituyen la obra principal de Paul Gerhardt (1607- 1676), que después de Lutero es el mayor poeta religioso alemán protestante. Son aproximadamente 130, y muchos de ellos han entrado a formar parte de la himno- grafía evangélica universal. Además de himnos personales, encontramos en la obra de Gerhardt algunos sacados de la Biblia y de los Salmos y otros que recuerdan himnos latinos de San Bernardo y plegarias de Johann Arndt. En comparación con Spee, el himnógrafo católico, Gerhardt es más sencillo, más serio, pero también más atrevido; y en comparación con Lutero, que„ es el mayor himnógrafo protestante, no tiene su fanatismo batallador, es más sereno y conciliador. El gran mérito de Gerhardt estriba en dar a la materia religiosa un acento personal con el que anticipa, incluso en el campo de la himnografía eclesiástica, el subjetivismo de la lírica profana posterior. Todas las celebraciones del año eclesiástico tienen un himno propio en la obra de Gerhardt: al Adviento está dedicado «Wie soll ich dich empfangen?» [«¿Cómo he de recibirte?»]; a la Navidad: «Fröhlich soll mein Herze springen» [«Alegre ha de saltar mi corazón»]; a la Pasión: «O Haupt voll Blut und Wunden» [«Oh, cabeza cubierta de sangre y heridas»]; a la Pascua: «Auf, auf, mein Herz mit Freuden» [«Arriba, arriba, corazón mío, con alegría»]; a Pentecostés: «Zeuch ein zu meinen Toren» [«Entra por mis puertas»].
Gerhardt celebra también el reino terrenal creado por Dios con sus bellezas; canta a la mañana: «Wach auf, mein Herz, und singe dem Schöpfer aller Dinge» [«Despierta, corazón mío, y canta al Creador de todas las cosas»]; a la noche: «Nun ruhen alle Wälder, Vieh, Menschen, Städt und Felder» [«Ahora descansan todos los bosques, animales, hombres, ciudades y campos»]; al verano: «Geh aus, mein Herz, und suche Freud in dieser schönen Sommerzeit» [«Sal, corazón mío, y busca alegría en este hermoso verano»]. También son celebrados acontecimientos contemporáneos: así el final de la guerra de los Treinta Años: «Gottlob! Nun ist erschollen das edle Fried- und Freuden wort» [«Alabado sea Dios, ahora ya resuena la palabra de paz y de alegría»]. Muchos de estos cantos rebasan los límites del puro himno religioso por su contenido universal y humano, como «Befiehl du deine Wege und was dein Herze kränkt Der allertreusten Pflege des, der den Himmel lenkt» [«Confía tu camino y lo que oprime tu corazón a la más segura dirección de quien gobierna el cielo»]. La característica barroca de la contraposición de vida y muerte, guerra y paz, alegría y dolor, luz y tinieblas, etc., se extiende también a los cantos de Gerhardt, que, sin embargo, mitiga estos contrastes con la fuerza igualadora de la fe y con una cierta serenidad confiada. Hasta en el verso de Goethe «Wer nie sein Brot mit Tränen as…» [«Quien no comió nunca su pan con lágrimas…»] resuena la voz de Gerhardt, que anteriormente había cantado «Wie lange soll ich jammervoll mein Brot mit Tränen essen…» [«Cuánto tiempo tengo que comer mi pan con lágrimas…»].
M. Pensa