[Moroz, Krasnyj nos]. Pequeño poema de Nikolaj Alekseevič Nekrasov (1821-1877), publicado en 1863, la más original y poética de las creaciones de este poeta ruso. Igual que sus otros dos poemas: ¿Quién vive bien en Rusia? (v.) y Mujeres rusas (v.), es una exaltación de la mujer rusa y de su valor para la vida espiritual. En él relata la historia de Daria, una joven fuerte de espíritu y curtida en la lucha por la vida, «con el convencimiento de que la salvación está en el trabajo», uno de aquellos tipos de «mujeres eslavas bellas y fuertes», según frase del poeta, que, en su tiempo, comenzaban ya a desaparecer del sencillo pueblo. Daria se ha casado con Prokl, un laborioso campesino digno de ella y la felicidad parece acompañar a la pareja hasta el día en que Prokl enferma. Nada sirve: ni plegarias, ni remedios, ni la imagen milagrosa llevada a Daria desde un monasterio; Prokl muere dejando a la pobre mujer la carga del trabajo y de los hijos. El mismo día del entierro, Daria va al bosque a hacer leña y allí se le aparece el Mago Hielo, que la encanta con sus palabras afectuosas; ella comienza a helarse; alegres visiones aparecen ante sus ojos: el marido que la besa con la pasión de sus años jóvenes y otros recuerdos de la vida fatigosa pero alegre pasada con él. Finalmente, oprimida por el hielo, muere. Sin duda una buena parte de la fascinación de este delicado poemita es debida a su fantástico final en el cual la realidad se pierde mágicamente, pero el valor que el poema tuvo para sus contemporáneos fue consecuencia del realismo de la pintura con que está presentada la heroína.
E. Lo Gatto