Antiguo poema alemán, de unos 6.000 versos aliterativos, escrito en sajón antiguo entre los años 822 y 840, quizá por un monje del monasterio de Fulda. Es una narración de carácter típicamente popular de los principales episodios de los Evangelios, refundidos por un espíritu todavía próximo al de la antigua épica, como se advierte por el estilo y el metro, y destinada a difundir, quizá por encargo de Ludo vico Pío, la fe cristiana entre los pueblos sajones donde todavía se mantenían las antiguas tradiciones paganas. El título significa El Salvador. Podemos ver en este poema, que es el más importante documento literario del sajón antiguo, la primera gran tentativa de conciliar el espíritu del cristianismo con el mundo germánico, secretamente rebelde a la humildad predicada por el mensaje de Cristo. Los personajes del relato evangélico aparecen, en efecto, en un clima de feudalismo germánico: Cristo es un príncipe; José, un noble; Marta y María, baronesas, y los apóstoles, guerreros; sus relaciones mutuas están dictadas por la lealtad, el valor y la recompensa, y sobre toda la narración se cierne una épica fatalidad. La lengua, sonora y abundante, avanza lentamente por medio de repeticiones y variaciones entre las anchas márgenes de un metro que permite todas las libertades; pero, de vez en cuando, surge a la superficie una vena de fresca e ingenua poesía y un auténtico dramatismo.
M. Pensa