Ballet en dos cuadros de Karol Szymanowski (1883-1937), compuesto en 1925 y estrenado en Praga en 1935. Es la más importante obra de la última fase del gran compositor polaco: los argumentos de inspiración popular (especialmente las melodías de los montañeses de Tatra) que animan la música del autor, constituyen también en este ballet el núcleo generador, infundiendo un fuerte soplo de vigor épico a la partitura musical.
En el primer cuadro, en una verde pradera, sobre el fondo de las cumbres cubiertas de nieve de los Tatra, se presenta la tradicional escena de los rebaños paciendo: el canto de los pastores, el son de los instrumentos primitivos, las esquilas de los rebaños, crean la atmósfera en la que se ambienta la representación. Aparece una muchacha cuyos padres quieren obligarla a casarse con un pastor al que ella no quiere. Pero he aquí que bajan de los montes los «harnasie» (románticos bandidos de tipo legendario y generoso): su jefe es un joven audaz y bello que conquista en seguida el corazón de la muchacha. Violenta escena entre los dos rivales y dueto coreográfico del bandolero y la pastorcilla. El «harnas» promete amor eterno a la muchacha, a pesar de la tiranía de sus padres; y vuelve, con sus compañeros, hacia sus cumbres. El segundo cuadro representa una posada donde se celebra la boda. Sucédense los cantos y danzas populares, en los que aflora viva y fresca la ingenua poesía de los Tatra. Pero cuando la ceremonia se acerca al final, entran por las ventanas los «harnasie». La luz se apaga; se traba una violenta refriega; cuando se hace de nuevo la luz, la muchacha ya está lejos. En el breve final se descubre a los dos enamorados que suben hacia las cumbres de las montañas, mientras en la lejanía resuena una cálida canción de los Tatra.
La música, rebosante de optimismo y de estática exaltación de la naturaleza, revela la completa madurez del estilo de Szymanowski: armonía fluctuante y policroma, refinada orquestación, elemento melódico vivamente matizado, pensado en un lenguaje muy vivo y personal.
M. Glinski