Poema histórico del poeta ucraniano Taras Grigor’ivič Ševčenko (1814- 1861), impreso en 1831 en San Petersburgo. El poema, obra maestra de Ševčenko, se compone de un prólogo, once cantos y un epílogo. Su asunto es la vasta y sangrienta insurrección ucraniana contra los polacos en 1768. Además de los relatos de su propio abuelo Iván, el poeta se inspiró en el relato del escritor polaco Czajkowski Wernihora y en el poema de Goszczyñ Zamek Kaniowski.
El poema comienza con un largo prólogo lírico, en el que se manifiesta la lucha íntima entre el poeta romántico, que idealiza el pasado, y el realista, que intenta recrear el mundo vivo y aprovechar el pasado sólo como medio poético para despertar las masas populares ucranianas. Con indignación, el poeta rechaza el consejo de los críticos rusos de que escriba en ruso. El tema histórico es introducido por la descripción de la anarquía que reinaba entre los nobles polacos, de su soberbia y de sus continuas francachelas que contrastan con la miseria del pueblo. Ésta está representada por la vida de Jarema Halajda (v.), héroe del poema, obligado por Lejba, usurero hebreo, a las más bajas tareas. Su único consuelo es su amor correspondido por Oksana, hija del tutor de la iglesia de la aldea vecina. En el tercer canto se describe una salvaje escena de violencia por parte de los nobles polacos borrachos, que irrumpen en casa de Lejba, el cual, sin embargo, consigue salvarse y salvar además el honor de su joven hija, conduciendo a toda la banda a casa del tutor de la iglesia. Éste resulta muerto; la bella Oksana es raptada e incendiada la iglesia. Estas escenas de violencia entremezcladas con hermosos cuadros de ternura y amor entre Jarema y Oksana son la preparación psicológica para la descripción del movimiento insurreccional, en el que predomina la figura de Jarema, vengador de las ignominias padecidas por él y por todo su pueblo.
Son bellísimas las escenas de la consagración de las armas en la Fosa Fría, las de la toma de la ciudad de Uman, con la dramática escena de la muerte dada por Honta, uno de los jefes del movimiento, a dos hijos suyos, educados en un colegio polaco. Al prevenir a las generaciones futuras para que no repitan los errores de sus abuelos y propugnar un ideal de hermandad eslava y humana, que se concreta después en el programa de la sociedad política «Confraternidad de Cirilo y Metodio», el poeta traza un vasto cuadro de generosidad y de violencia, en el cual el intento ideológico adquiere vida y calor de gran arte. Hajdamaki es el poema de los sufrimientos de Ucrania; inquietudes intelectuales y sentimientos populares, igualmente oprimidos, se agitan sobre el fondo de una tierra profundamente amada. Fragmentos de este poema han sido traducidos al italiano por M. Lipovezka y C. Meano (Milán, 1942).
E. Onatskyi