[Gregorius auf dem Steine oder der gute Suender]. Breve poema del poeta alemán Hertmann von Aue (muerto aproximadamente en 1220).
La leyenda, derivada de una fuente francesa, la Vie du Pape Grégoire, pero líricamente elaborada, trae de nuevo a la literatura cristiana el mito de Edipo (v.), uniéndolo con motivos nuevos y fantásticos y transformándolo en la dolorosa historia de un «buen pecador», hijo de dos hermanos, que son hijos a su vez del duque de Aquitania, los cuales se han casado sin conocer su parentesco. Gregorio es confiado por su madre a las olas del mar para que no tenga que cargar con las consecuencias de las culpas de sus padres, y, recogido por unos pescadores, es criado por ellos. Más tarde Gregorio llega a saber que no es hijo suyo y parte en busca de aventuras, reconquista las tierras de los suyos, caídas en manos de un usurpador y, sin reconocerla, se casa con su madre. De repente se revela la sombría realidad, y para expiarla, Gregorio se hace atar a una roca, donde permanece durante diecisiete años, adquiriendo fama de santidad, después de lo cual, por voluntad divina, es liberado y sube al trono de San Pedro. El destino griego se convierte así en la providencia divina, que se sirve incluso de la culpa para sus altos fines.
Y, al igual que la materia legendaria, también el arte de la narración está mezclado con elementos diversos, insistiendo por un lado sobre motivos cristianos y ascéticos, mientras por otro tiende hacia modos de poesía cortés y caballeresca. Sin embargo, la figura central de Gregorio, en la que se encarna el cristiano «amor del sufrimiento», es sentida y viva, aun cuando a veces parecen contrastar con lo trágico del argumento la ligereza de los versos y la gracia de las descripciones, característica del poeta.
B. D. Ugo