Revista política fundada en Milán por el gobierno de la República italiana, que confió su dirección a Vincenzo Cuoco. El «Giornale» apareció el 2 de enero de 1804 y se publicó tres veces por semana hasta octubre de 1805, en que se transformó en diario. Su oficiosidad (tanto Cuoco como los redactores Bartolomeo Benincasa y Giovanni D’Aniello dependían del Ministerio del Interior y eran, por tanto, empleados del Estado) no impidió al «Giornale Italiano» manifestar una amplitud de visión política y un espíritu de celosa italianidad no siempre bien aceptada por Eugenio de Beauharnais, desde 1805 virrey del Reino Itálico. En este año se rompieron los vínculos entre el Gobierno y los redactores, confiándose a un editor la publicación de la hoja. Benincasa y D’Aniello se alejaron, pero Cuoco continuó colaborando hasta el número 214, del 2 de agosto de 1806. El último artículo del insigne pensador napolitano fue un elogio de su amigo G. Bossi por el cuadro «La sepultura de Temístocles». La vida de la revista siguió las vicisitudes de la estrella napoleónica; con ella cambiaron también los epígrafes que sintetizaban el programa del diario. Fue el principal órgano de prensa del Gobierno, y, a pesar de la obligatoria aprobación de todo acto napoleónico, logró ser el periódico más completo y menos imperfecto de su tiempo. Después del alejamiento de Cuoco, el periódico continuó viviendo bajo la dirección de G. Gherardini y después del abate lyonés Guillon. Fue suprimido en octubre de 1815 para dar lugar a la «Gazzetta de Milano», órgano oficial del Gobierno austríaco.
R. Caddeo