Tratado de geografía en 17 libros, el más vasto y apreciado que la antigüedad griega nos ha dejado, compuesto por Estrabón, escritor que se declara seguidor de los estoicos, nacido en Amasea, en el Ponto, alrededor del 63 a. de C., de noble familia cretense; vivió largo tiempo en Roma, y murió alrededor del 19 d. de C.
Discípulo de la escuela de Polibio, Estrabón declara querer dejar a un lado los problemas de carácter meramente técnico y describir el estado actual de la tierra habitada, de manera que su obra resulte útil para los hombres políticos. Después de los dos primeros libros, que constituyen una introducción general a la obra, y tratan de cuestiones de geometría, de astronomía, de matemáticas, de historia de la geografía, ciencias que declara necesarias para el geógrafo, sigue desde el libro III al X la descripción de Europa, y más particularmente de España, de la Galia, de Britania, de Italia, de Germania, de Escitia, de la Península Balcánica, de Grecia y de las islas del Egeo; del libro X al XVI describe Asia, esto es, el Tánais, Mesopotamia, el. Irán septentrional, el Asia Menor, la India, el Irán meridional, Persia, Asiria, Babilonia, Siria, Palestina, Arabia; el libro XVII está dedicado a África, y describe Egipto y toda el África septentrional. La obra, sobre cuya fecha y lugar de composición se ha discutido mucho, debió de estar, en su mayor parte, ya terminada alrededor del año 7 d. de C., pero contiene referencias a acontecimientos ocurridos hasta el 18 d. de C. y probablemente no fué completamente revisada. Es muy diversa en sus varias partes, según el autor haya visitado o no los lugares que describe, y también según las fuentes, muy numerosas y diversas en las que bebe abundantemente, siempre citándolas, cosa rara entre los antiguos, y, en algunos casos, transcribiéndolas casi literalmente: por ejemplo, las descripciones de Iberia, tomadas de Posidonio o de Egipto visitado por Estrabón, son con mucho superiores a las de Germania, de la India o de Libia.
Sus fuentes principales son, además de Posidonio, Apamea y Polibio, a quien sigue en toda la obra y en particular en la parte referente a España, y los geógrafos Eratóstenes y Artemidoro, Apolodoro de Atenas, del cual ha tomado muchos elementos para la descripción de Grecia; Demetrio de Escepsis para el Asia Menor; Apolodoro de Artemita para Asiria; Megástenes, Aristóbulo y Nearco para la India, y otros muchos griegos, con preferencia a los romanos. Estrabón comparte con Polibio el desprecio por los logógrafos y hasta por Herodoto, mientras acepta la idea estoica de la infalibilidad de Homero en todos los campos; de acuerdo con ello, dedica larguísimas y minuciosas descripciones a los lugares citados por Homero, y trata, por ejemplo, con mayor amplitud que el Ática, de regiones históricamente menos importantes, como Tesalia y Beocia. En conjunto, aunque afirme repetidamente tener propósitos sobre todo prácticos, Estrabón compuso una obra de carácter literario y a veces histórico y arqueológico, puesto que a menudo se lanza a largas digresiones étnicas (por ejemplo, sobre el origen de los pueblos del Asia Menor), mitológicas (como la referente a los Curetos, X, 462, 63), e históricas. En cuanto a la lengua y al estilo, es algo desigual porque hasta en esto se deja influir por sus fuentes; sigue, sin embargo, generalmente a Polibio, y escribe el griego común en un estilo sencillo, casi totalmente privado de ornamentos retóricos. No gozó de mucha fama hasta la época bizantina, porque los antiguos disponían de obras científicamente más exactas, como las de Artemidoro y de Posidonio, pero es hoy fuente importantísima no sólo para el conocimiento de la geografía antigua, sino para todo género de estudios acerca de la antigüedad clásica.
C. Schick