Gente Independiente, Halldor Kiljan Laxness

[Sjálfstaett fólk]. Novela del escritor islandés Halldor Kiljan Laxness (n. 1902), que se inició en la carrera literaria a los diecisiete años. Tem­peramento inquieto y viajero infatigable, en 1922 se convirtió al catolicismo y sus obras de juventud revelan un interés pre­ponderante por el conflicto entre el espí­ritu y la materia; sin embargo, pronto pasó a considerar como esencial el factor eco­nómico en la existencia humana. Después de un viaje a la U.R.S.S., abrazó el credo marxista, doctrina que a partir de aquel momento se refleja en mayor o menor gra­do en su producción. Gente independiente es una de sus novelas más características, y fue publicada en 1934. En ella se describe, con ritmo y amplitud de epopeya, la lucha del campesino islandés de tierra adentro, contra la naturaleza hostil. La narración, toda ella impregnada de una poesía primi­tiva, está construida con un equilibrio per­fecto y es un prodigio de síntesis en el que se funden maravillosamente los hombres y la tierra. Por esta fusión de las almas con las fuerzas naturales, se ha comparado a Laxness con Thomas Hardy y con Jean Giono.

El protagonista de la novela, Gudbjartur, es un ejemplar humano de un vigor extraordinario, inolvidable. Espíritu perti­naz e inflexible, alma receptiva e imagina­tiva, va cumpliendo paso a paso su destino de modesto terrateniente y agricultor ex­perto. Sus relaciones con Rosa, su mujer, con sus vecinos y con los animales y las plantas que lo rodean, son de una extraña pureza, salvaje y tierna a la vez. Todo re­sulta de una fuerte autenticidad. A los cincuenta y tantos años, tras haber pasado casi toda una vida sembrando campos aje­nos, Gudbjartur llega a ser dueño de una choza y unos metros cuadrados de tierra: extraño agricultor doblado de poeta que ha clavado sus raíces de «hombre indepen­diente» en la entraña de su isla y que vive secretamente nutrido por el espíritu de li­bertad de las antiguas sagas nórdicas.

En sus novelas posteriores (entre otras, la te­tralogía formada por La luz del mundo, El castillo del país estival, La casa del poe­ta y La belleza del cielo, 1938-40; y la tri­logía constituida por La campana de Islandia, La muchacha rubia y El incendio de Copenhague, 1943-46, Laxness ha desarro­llado ampliamente el tema de la transfor­mación de Islandia, desde la etapa patriar­cal a la técnico industrial, en forma impre­sionante por la perfección de su arte y por el casi violento calor de humanidad que transfiere a sus personajes. Laxness posee el premio Stalin, y en 1955 le fue conce­dido el Nobel. [Trad. castellana por Fioreal Mazía, Buenos Aires, 1956].