[Unorganische Naturkrafte]. Obra de Julius Robert von Mayer (1814-1878), publicada en 1842 en los anales de Woehler y Liebig. Esta obra no atrajo en su tiempos la atención que merecía. Sin embargo, en ella se estudia el concepto esencial de la física: la energía. Por el estudio de la naturaleza inorgánica, el médico Mayer fue conducido al de las fuerzas físicas, de las que dependen los fenómenos de la vida. Y llegó a formular el principio de la conservación de la energía, según el cual la energía en el Universo es constante, principio que ha sido siempre confirmado incluso después de las revolucionarias ideas y teorías de la física moderna. Mayer, aunque admitía que el calor es materia y no energía de movimiento, enunció el principio según el cual la relación entre el calor gastado y el trabajo producido es constante, principio que más tarde sería llamado «de Mayer» o «primer principio de la termodinámica». El autor se pregunta cuál es la cantidad de calor que corresponde a una determinada cantidad de movimiento o de fuerza de caída, y establece que la caída de un peso de una altura de aproximadamente 365 m., corresponde al calentamiento de un peso igual de agua de 0 a Io C. Para obtener esta relación constante entre calor y trabajo, que se llamará equivalente mecánico del calor, el autor describe un método propio que se basa en la compresión de los gases. A pesar de la indiferencia con que fue acogida la obra, Mayer continuó con ardor sus estudios y en obras sucesivas estableció la equivalencia de las distintas formas de energía y admitió que la energía animal era una transformación de la solar almacenada como energía química. Es sabido que la obra de Mayer, descuidada e incluso despreciada al principio, hasta llevar a Mayer a una tentativa de suicidio y más tarde al manicomio, fue justamente apreciada con posterioridad, y Mayer es hoy universalmente considerado como uno de los fundadores de la termodinámica.
O. Bertoli