Novela del escritor ruso Máximo Gorki (Aleksej Peskov, 1869- 1936), publicada en 1899. Foma Gordeev es hijo de un grande y riquísimo comerciante del Volga, ex burlak, enérgico, sin escrúpulos y, sobre todo, violento, tanto en los negocios como en las orgías. Gordeev muere y Foma se encuentra rico y solo: él no es comerciante, es un intelectual, y la deshonesta codicia de su ambiente le disgusta. Quiere abandonar sus riquezas en manos de Majakin, un viejo amigo de su padre, a fin de que las administre, pero éste, que espera apoderarse de ellas casando a su hija con Foma, rehúsa. Foma se entrega entonces a los placeres y comete una serie de extravagancias muy peligrosas para el prójimo. Finalmente, un día, invitado a un banquete en el cual están presentes los comerciantes más ricos del Volga, Foma los apostrofa violentamente, recordando a cada uno sus pecados, por los cuales, en justicia estricta, todos deberían ser encarcelados o deportados a Siberia. Pasado el primer momento de estupor, se despierta en los comerciantes el furor de las bestias perseguidas: Foma es maltratado y luego recluido en una casa de salud. Sus bienes pasan a Majakin y cuando vuelve a ser de nuevo libre no es más que una ruina humana, al cual los muchachos de la calle, por escarnio, gritan: «¡Profeta! ¡Háblanos del fin del mundo!» Pero Foma no se siente ya oprimido por sus riquezas y puede seguir su camino, que es el de los vagabundos andrajosos, pero libres.
La vida de los grandes comerciantes rusos está magistralmente descrita en Foma Gordeev. Éstos se afanan continuamente en busca de nuevos negocios, se engañan unos a otros sin ninguna clase de escrúpulos, se odian, pero están dispuestos a reconciliarse durante una borrachera colosal, porque existe entre ellos una profunda solidaridad de clase. En medio de estos hombres, siempre en busca de ganancia y de fuertes sensaciones, destaca la figura de Foma, roído por un melancólico aburrimiento, en cuyos labios asoma el eterno «¿qué hacer?» del Hamlet ruso descrito por Chejov y Turguenev. Una atmósfera saturada de corrupción y de injusticias constituye el marco de la novela, y, por boca de Foma Gordeev, Gorki proclama su condena.
G. Kraisky