[Philosophie des Geldes]. Obra de Georg Simmel (1858-1918), publicada en 1900 en Leipzig, en la que el método relativista, implícito como procedimiento negativo de crítica en los conceptos morales en la Introducción a las ciencias morales [Einleitung in die Moralwissenschaft, 1892-93], adquirió por primera vez neta conciencia de sí mismo como método positivo de investigación filosófica. «La verdad es un concepto de relación», y si todo sistema de relaciones según el cual determinamos un aspecto de la experiencia es parcial y relativo, el remedio a tal relatividad consiste en integrarla en un orden más vasto de relatividad, en insertar tal sistema de relaciones en otro sistema de relacionabilidad más complejo. Ahora bien, la economía estudia un plano de la experiencia cultural, según un sistema determinado de conceptos, en función de los cuales, aquel plano se aísla de los otros. El método filosóficorrelativista consiste en restablecer sistemáticamente las complejas relaciones que la ciencia económica ha roto por así decir, aislando su propio campo de experimentación, la mera economicidad del hecho. Esto ocurre en dos direcciones.
Por una parte, se trata de interpretar las categorías económicas fundamentales, en función del sistema general de las categorías del saber; por otra, de sacar a luz los aspectos fenomenológicos complejos y concretos, en los que, en la vida cultural y personal, se refleja y refracta la economicidad. La categoría más general utilizada por la economía, es la del valor. Pero ésta, lo mismo que la categorías del ser, es independiente de la economicidad, constituyendo una categoría originaria, que radica en la unidad metafísica del alma, según la cual nosotros ordenamos los datos elementales de la experiencia. El ser y el valor, no tienen una conexión absoluta, sino fortuita, y cada uno de ellos implica un momento subjetivo y un momento objetivo, indisolublemente conjugados. Con esto, Simmel se aproxima al concepto kantiano trascendental de la categoría, concepto que estudiará en sus lecciones sobre Kant (Leipzig, 1903), sin aceptarlo, sin embargo, como principio. En lo referente al valor, su subjetividad reside en la referencia qué hace al sujeto, pero su objetividad se manifiesta precisamente en lo que él vale por sí mismo, independientemente del hecho de que el sujeto lo reconozca efectivamente. Del concepto general del valor desciende Simmel a esclarecer la naturaleza del valor económico, cuyo elemento subjetivo es la de- seabilidad, y el objetivo la determinación del cambio, que se concreta en el precio. Valor de uso y valor de cambio sólo son dos momentos dialécticos del valor económico. La objetividad del valor económico, su universalidad y autonomía, lo que le hace independiente de sus múltiples referencias a los sujetos particulares, y constituye el principio que determina y significa unitariamente tal referencia, tiene su expresión en el dinero, que por eso mismo, en su pleno desenvolvimiento, no tiene un valor en sí, sustancial, sino funcional, como regulador del cambio.
Históricamente hablando, nosotros, sin duda, podemos seguir el proceso de desustancialización del valor del dinero, al término del cual éste sólo constituye un’ medio, un instrumento de medida de los valores económicos; del mismo modo que psicológicamente podemos seguir el proceso inverso, gracias al cual se le restituye al dinero — tal es el caso de la codicia y de la avaricia — un valor en sí mismo. Simmel sigue cada uno de estos procesos en sus más delicados movimientos. La segunda parte de la obra aparece dedicada a las repercusiones que el dinero tiene sobre la vida personal y colectiva, a través de una serie de análisis particulares. La obra, característica del método de Simmel hasta el punto de llevar implícito todo el sucesivo desarrollo del pensamiento del autor, del trascendentalismo relativista a la metafísica de la vida, está escrita con una sutileza y penetración, capaces de disolver los conceptos en sus más finas estructuras y en su más recóndito sentido intuitivo, de seguir el juego diferenciado y elástico de la realidad, fuera de toda abstracción de ideas preconcebidas y de límites de valoraciones.
A. Banfi