[Philosophie ais Denken der Welt gemdss dem Prinzip des kleinsten Kraftmasses]. Obra del filósofo alemán Richard Avenarius (1843-1896), publicada en 1876. Parte Avenarius de lo que él llama un concepto natural del mundo, que es de origen fundamentalmente positivista y sobre el que se basan, tanto la realidad psíquica como la realidad física: la ley del mínimo esfuerzo, que regula todas las formas de la realidad. Fuera de esta ley no es posible determinar un principio regulador que valga universalmente para todos los fenómenos. Hasta la íntima unidad entre el yo y el mundo, entre el sujeto y el objeto, sigue según Avenarius la ley del mínimo consumo de fuerza, según la cual lo complejo se resuelve en lo posible, y resultaría absurdo un dualismo demasiado complicado entre pensamiento y realidad. La ley del mínimo medio, que todo lo reduce a formas cada vez más simples y resuelve siempre lo heterogéneo en lo homogéneo (al contrario de la ley de evolución de Spencer, que sigue el movimiento opuesto), es aplicada por Avenarius, no sólo a todos los fenómenos de la naturaleza, sino también a la explicación del fenómeno del conocimiento: por un constante equilibrio, los conocimientos que complican nuestra visión de la realidad son inmediatamente reducidos a una unidad sistemática del saber, en la que los conceptos, considerados como clasificaciones abstractas, permiten, con el mínimo esfuerzo, abrazar en una síntesis teórica los más complejos y particulares aspectos de lo real.
El conocimiento no tiene por tanto un valor real, sino que es simplemente un conjunto de nombres abstractos que nos son útiles y necesarios para movernos con mayor facilidad en la infinita variedad de la vida y de la naturaleza. En otras palabras, el concepto lógico tiene origen práctico, y los principios científicos sólo son verdaderos, en el sentido en que son para nosotros cómodos y necesarios para orientarnos en la experiencia. Por consiguiente, la ciencia no tiene valor lógico, sino solamente práctico. En este aspecto, Avenarius no ha hecho sino aplicar a la teoría del conocimiento el materialismo radical que domina toda su filosofía. La teoría del origen práctico de los conceptos científicos, que tuvo acogida muy favorable, sobre todo en la escuela francesa, y que confirma la tesis de Croce sobre el valor práctico de la ciencia, forma parte de un conjunto de concepciones metafísicas más generales, basadas fundamentalmente en la revaloración de la sensación y de la materia. La importancia del «empirio-criticismo», como ha sido llamada la filosofía de Avenarius, no es sólo científica, sino también histórica y política. Recordemos, en efecto, que Lenin, en su Materialismo y criticismo empírico (v.) exalta la filosofía de Avenarius, tratando de conciliaría con el marxismo. Quien investigue las bases filosóficas del bolchevismo, deberá por tanto volver los ojos a la filosofía de Avenarius y a su concepción materialista del conocimiento científico.
E. Pací