Inspirada en la famosa Sandra (v.) del maestro Landino, tuvo cierto renombre la Fiammetta (Flametta) de Ugolino Verino (1438-1516), colección de elegías amorosas y de diversas poesías que no se publicó íntegramente hasta 1940. En la obra, compuesta en latín en 1463-64, se narra el amor hacia una muchacha que al principio se muestra esquiva, luego se vuelve más blanda, y acaba traicionando la pasión del poeta para casarse con un anciano. Pero los artificios literarios y las imitaciones de los clásicos son demasiado exteriores.
A la auténtica pasión por Fiammetta siguen en cierto modo los suspiros dirigidos a otras mujeres; es digno de citarse el hecho de que Verino, al cantar a Fiammetta, recuerde a Sandra y se dirija a las amigas de los poetas amigos suyos, a Lelia, galanteada por Tranchedini, y a otras, en un único sueño de pasión. Estos motivos — al igual que las alusiones satíricas contra mujeres indignas y maléficas — hacen considerar el cancionero en una atmósfera literaria y bajo muchos puntos de vista, convencional; son numerosas las referencias a las costumbres del tiempo mediante epigramas, reflexiones e invectivas habituales en el mundo humanista. A veces el cancionero parece ser un pretexto para entretener a los demás sobre los propios casos, tristes y alegres. La imitación de los antiguos y el recuerdo de los escritores de la tradición italiana (por el título de la obra recuérdese la Fiammetta, v., de Boccaccio), son el marco de tan numerosas variaciones sobre el tema del amor.
C. Cordié