Felipe Derblay, Georges Ohnet

[Le maitre des jorges, lit. El dueño de la fragua]. Novela de Georges Ohnet (1848-1918), publicada en 1882 y convertida en drama por el mismo autor en 1883. Felipe Derblay, joven y generoso pro­pietario de las fraguas de Ponte-Avesne y cuya riqueza debe exclusivamente a su in­teligencia y actividad, ama a la bella y orgullosa descendiente de una de las fami­lias más nobles del lugar; la marquesita Clara de Beaulieu. Un grave revés de for­tuna de su familia, un loco movimiento de orgullo contra su prometido, el duque de Bligny, que la ha abandonado para casarse con la riquísima hija de un fabricante de chocolate, inducen a la muchacha a consen­tir en las bodas. Pero Felipe pronto se da cuenta de que su mujer sólo siente por él odio y desprecio. Herido en lo más pro­fundo de su ser, pero siempre enamorado, la obliga a salvar las apariencias ante el mundo: por lo demás la deja en libertad, contentándose con velar con caballeresca generosidad por su bienestar, pero recha­zando toda tentativa de aproximación a medida que ella va comprendiendo cuán preferible es a su antiguo prometido. Con esta austera firmeza de actitud, Felipe vence paulatinamente el orgullo de Clara que, enamorada y rechazada, ve un día con te­ror cómo su marido arriesga la vida al desafiar por su causa al duque de Bligny. Ciega de pasión, se lanza ante el arma del duque y herida, delirante, siente por fin los labios del marido que se unen a los suyos en un primer beso de amor. En torno a los protagonistas se mueven otros tipos de nobles y burgueses, que representan los diversos matices de las relaciones que en la sociedad moderna ligan a ambas clases, pero en la aventura amorosa, planteada ne­tamente y desarrollada con verdadera habi­lidad constructiva, se concentra el interés de la novela, la cual, pese al estilo a menudo descuidado y a la psicología convencional, signo de invencible sentimentalismo romántico, permaneció viva aun cuando pa­recían triunfar el realismo y el naturalismo. [Varias veces trad. al español con el título de Felipe Derblay].

E. C. Valla