Vasta novela-crónica en 5 volúmenes del escritor bohemio Alois Jirásek (1851-1930), escrita desde el 1888 al 1905 y publicada en este último año. Después de las grandes novelas de la época husita, como Entre las corrientes (v.), La hermandad (v.) y Contra todos, y las novelas de la época inmediatamente posterior a la derrota del 1620 que señaló el triunfo de los Habsburgo en Bohemia, Cabeza de perro y Las rocas, Jirásek, con F. L. Vék, elevó, según expresión del crítico checo H. Jelínek, un monumento «aere perennius» a los obscuros «artesanos» que forjaron el milagro del renacimiento checo a fines del siglo XVIII y a principios del XIX, aquellos héroes anónimos que consiguieron despertar la conciencia del país entumecida por siglos de opresión y de germanización. También en esta novela los acontecimientos se acumulan, pero la figura del protagonista Vék, cuyas vicisitudes se siguen desde su nacimiento, constituyen el hilo principal de la novela. Es gran parte de la vida de toda una época a través, primero, de la existencia de un joven estudioso, y de un hombre maduro después, que se pone en contacto con las más relevantes figuras intelectuales de Praga entre el 1790 y el 1816.
Los personajes están tomados casi todos de la realidad: entre ellos están los «ilustrados» checos Dobrovsky, el padre del eslavismo moderno, Puchmayer, Hnévkovsky, Sedivy, etc. Hace también breves apariciones la figura de Mozart. El marco de la narración lo constituyen las guerras napoleónicas, el paso de las tropas rusas desde Bohemia, etc., pero, sobre todo, el gradual despertar de la conciencia nacional y la sorda lucha contra la reacción, que, cada vez más abierta, llevó en 1816 a la introducción de la lengua checa en los institutos. Admirable es en toda la novela la manera con que el escritor, incluso narrando la vida de los personajes históricos, reconstruida a costa de minuciosas investigaciones, consigue dar a los detalles de estas vidas un carácter novelesco. Comparable, salvando las debidas distancias, con Guerra y paz (v.) de Tolstoi por su carácter de grandes crónicas familiares que se entrelazan entre sí, F. L. Vék podría considerarse también un ejemplo avant la lettre de historia novelesca según el concepto moderno.
E. Lo Gatto