[Escape]. Drama episódico en un prólogo y dos partes en 1926. Está construido con una técnica escénica bastante distinta de la convencional: podría definirse como de neta inspiración cinematográfica. Es una secuencia de cuadros en los cuales se describe la breve estancia en el mundo de un preso evadido de la cárcel: Matt Denant, un ex oficial injustamente condenado.
Los diversos tipos que el desgraciado encuentra durante el breve período de evasión son una joven señora, dos solteronas, un grupo de gitanos, una pareja, algunos obreros y un pastor anglicano: todos muestran hacia él sincera piedad; firmemente convencidos de su inocencia, se empeñan en salvarle ofreciéndole refugio y brindándole todas las posibilidades de huir de la caza que le dan los policías. Pero el pastor, hombre justo y bueno, se encuentra ante la terrible alternativa: o abandonar su sentimiento de caridad y de humanidad, entregando el fugitivo a la justicia, o conservarlo a su lado para salvarle, sacrificando así su honor de religioso. Pero el dilema se resuelve inesperadamente: el evadido, conmovido por la bondad del pastor, cuyo drama íntimo y profundo comprende, con un sentido de comprensión y de abnegación sublime que le llevan hasta el sacrificio, se entrega espontáneamente a los policías que le buscan.
Esta última comedia de Galsworthy, que es la apoteosis de la bondad y de la fraternidad entre los hombres, refleja la tesis que sostiene en todas sus obras: mutua comprensión, guerra al odio, lealtad hacia los semejantes, sin espíritu de corporación, sin división en castas, con el fin de alcanzar mayor armonía entre los hombres. Evasión se asemeja en su planteamiento a Justicia (v.): tampoco aquí el protagonista es un vulgar asesino, sino una víctima de-la justicia humana, un hombre valeroso y simpático que anhela la libertad de la que se ve injustamente privado. Pero entre el joven Falder de Justicia y Matt Denant hay una diferencia sustancial, cuya profunda ironía revela el autor: quien consigue escapar de la cárcel y sustraerse a la justicia es recibido con los brazos abiertos por todo el mundo; mientras aquel que, obedeciendo los dictámenes de la justicia, permanece en la cárcel hasta el fin expiando culpas que no ha cometido, cuando regresa a la sociedad se ve rechazado por todos y vuelve a caer en el vicio.
G. M. Mantegazza