Eva, Carles Soldevila

Novela del escritor catalán publicada en 1931. Maurici y Sofia Ribes acaban de per­der a su única hija, Helena. Aquél, al se­guir sonambúlicamente la comitiva del en­tierro, se pregunta si sus amigos no le acompañan quizá para gozar ante el espec­táculo de su propio dolor. El matrimonio quiere que Helena continúe siendo «el eje invisible de su hogar»; su vida sin esperan­za se reduce a una casi idolatría hecha dé evocaciones y renuncias.

Hasta que Sofia al visitar a Sor Laura, religiosa de la Casa de Caridad de Barcelona y antigua amiga suya, conoce a Eva, una pequeña asi­lada, sensible e inteligente, y el matrimo­nio la adopta. Cuando la niña ya es mayor, Maurici se enamora de ella y al reprochárselo Sofia, acaba reconociéndolo y añade: «Todas nuestras desgracias provienen de la muerte de Helena». Mandan a Eva a casa de tía Adela y Maurici se abstiene de visitarla. Pero súbitamente, al enterarse del suicidio de su primo Murall por cuestiones amorosas, huye al extranjero con Eva que sigue dócilmente su inconfesable y acucian­te destino.

Es una típica novela ciudadana, normal e inteligente, con un estilo que al­gunos calificarían de aséptico, superior en la forma a las novelas catalanas de finales de siglo (Vayreda, Víctor Catalá, Oller), pero sin la fuerza interior ni los elemen­tos atávicos y subconscientes de aquéllas.

A. Manent