[Writings, Essays and Diaries]. Los escritos diversos y cartas de George Washington (1732-1799), recogidos y publicados por W. C. Ford (New York y Londres, 1899) en catorce volúmenes, no comprenden los Diarios, pero, por lo demás, constituyen la colección más completa que existe.
Contienen gran número de cartas a familiares, amigos, compañeros de milicia y de acción política (son importantes algunas dirigidas a Lafayette); hay además relaciones, planes y proyectos de acciones militares, discursos al Congreso, proclamas, etc. El estilo, en general seco y directo, nos da una imagen fidedigna de la clase de hombre que era y de su carácter fuerte y equilibrado. Adviértense vacilaciones en la ortografía, no de las palabras raras, sino de algunos términos comunes. Muchos de estos escritos, así como ciertos fragmentos de los Diarios, durante mucho tiempo fueron substraídos a su publicación, o bien publicados con correcciones y enmiendas por fanáticos admiradores de Washington, en la intención de los cuales la figura del héroe había de ser presentada siempre y únicamente con solemnidad y belleza.
Los Diarios [The Diaries, 1748-1799] constan de cuatro volúmenes reunidos y publicados con un prólogo de J. C. Fitzpatrick (Boston y New York, 1925); los manuscritos se encuentran en la Librería del Congreso en Washington. Los Diarios son muy desiguales durante los primeros años, muy regulares por el contrario en los últimos; consta que algunos se han perdido, especialmente de los primeros tiempos. En conjunto son muy importantes por cuanto proporcionan elementos preciosos, directos o indirectos, para reconstruir la personalidad de Washington, y en algunos puntos adquieren una importancia histórica de primer orden, porque proporcionan la interpretación y la visión personal del estadista respecto a hechos políticos y militares de los que fue protagonista o copartícipe. En las anotaciones de los últimos años se revela especialmente el apasionado propietario de Mount Vernon. Es ya proverbial la aridez, la «matter-of-factness»,. de todas las obras de Washington, rasgo característico de su personalidad; pero en varios momentos se trasluce, casi sin que el autor llegue a darse cuenta, una vena de sentimiento y de humorismo.
C. Pellizzi