[Essais sur l’histoire de France]. Fueron publicados en 1823 por François Guizot (1787-1874), como complemento a la reedición, hecha por él, de la obra histórica del abate Mably, y responden a la viva exigencia del historiador y del hombre político de comprender la naturaleza y el sentido de la historia de un gran país, a través del estudio de sus instituciones seculares, civiles y políticas. Son seis ensayos sobre problemas de carácter histórico, económico y social, relativos a la época anterior a la monarquía de Felipe el Hermoso, inspirados en la idea fundamental de que, así como la Gran Bretaña encontró en el Parlamento al guía de sus destinos, Francia con la fundación de la monarquía absoluta ha marcado durante siglos la marcha de su historia.
Guizot declara «quererse sentar junto a la cuna» de estos dos grandes pueblos para espiar los primeros indicios de su diferente dirección histórica. Así, remontándose al siglo V d. de C., pone en claro la falta de fusión entre los galorromanos y los francos y la fácil instauración en Francia de organismos particularistas feudales, articulados en una subordinación jerárquica, sin posible apelación a un poder público; de aquí la afortunada extensión de la autoridad monárquica, que tendía a resolver las disidencias feudales. El último ensayo contrapone a este desenvolvimiento histórico el de Inglaterra, donde, en el juego de las reacciones entre los antiguos sajones y los normandos conquistadores, se establecieron relaciones de equilibrio y coincidencia de intereses entre el rey y los pequeños propietarios territoriales por un lado, y entre la aristocracia y los latifundistas, por otro.
Si, pues, la libertad política nació en Inglaterra «del propio sentido de la barbarie», en Francia estalló violentamente, después de muchos siglos de gran civilización. Guizot, temeroso del porvenir de las instituciones representativas en Francia, puso en estos ensayos el empeño de la consciente probidad con que había de llevar a cabo su mayor obra histórica (v. Cursos de historia moderna), dirigida a la educación política de las futuras generaciones.
L. Rodelli
Tiene una mirada profunda y penetrante, como no la he hallado en ningún otro historiador. Cosas en las que no se piensa, adquieren a sus ojos la mayor importancia, como causas de los más importantes acontecimientos. La influencia, por ejemplo, que ha tenido en la historia el predominio de ciertas opiniones religiosas, como la doctrina del pecado original, de la gracia, de las buenas obras, que ha dado a ciertas épocas esta o aquella fisonomía, la vemos claramente deducida y demostrada. También vemos muy bien delineado el derecho romano, como algo que continúa siempre viviendo, a la manera de un ánade que, de cuando en cuando, se sumerge y desaparece, pero nunca desaparece definitivamente y toma de nuevo a flotar, lleno de vida. (Goethe)