Drama en 5 actos, en verso
Friedrich, príncipe de Homburg y joven oficial de la caballería brandeburguesa, deambula por el palacio en estado de sonambulismo y recoge un guante de su prometida Natalia. Al volver en sí, viendo el guante, queda turbado y no oye las órdenes que se imparten para la inminente batalla contra los suecos. En el decisivo momento del choque actúa, por ello, movido por iniciativa propia, conduciendo al ejército a la victoria.
Todos lo aplauden como a un héroe, pero el príncipe elector quiere igualmente que sea condenado a muerte por su indisciplina. Friedrich se siente trastornado; sin embargo, cuando el príncipe le permite ser árbitro de su propia suerte, se alinea con la razón de estado y se reconoce culpable. Se dirige así pues, con los ojos vendados al encuentro de la muerte; pero, en el momento extremo, le quitan la venda y ve en torno a sí a la entera corte reunida para celebrar sus bodas con Natalia y su apoteosis de perfecto héroe.