El Poquita Cosa, Alphonse Daudet

[Le petit Chose]. Esta novela corta plenamente autobiográ­fica, publicada en 1868, es el primer libro de cierta importancia de Alphonse Daudet (1840-1897). Sabido es que el autor, de una familia en buena posición que se arruinó por desgracias comerciales cuando él cur­saba el bachillerato en Lyon, pasó unos años bastante difíciles en su primera juven­tud, en París, donde su hermano Ernesto le ayudó a dar sus primeros pasos en el periodismo y en la literatura.

«El poquita cosa» es precisamente el epíteto afectuoso con que los familiares llamaban al joven- cito cuyas vicisitudes nos narra Daudet, aunque en realidad habla de sí mismo. Es una vida dura, en eterna lucha con la mise­ria, aunque consolada por el afecto de sus familiares. El jovencito, que tuvo que inte­rrumpir sus estudios y ponerse de depen­diente en una tienda, cultiva tenazmente en su corazón las ambiciones literarias, escribe y publica su primer volumen de versos (que fueron, en realidad, Las amorosas, v., de 1858), lucha contra las dificultades, pro­tegido por su buen hermano mayor, hasta la victoria que parece próxima. El libro, rebosante de sentimiento, lleno de escenas felices (todos los cuadros de vida fami­liar son perfectos), no tiene en sí un gran valor. Es evidente la influencia de un mo­delo literario célebre, el David Copperfield (v.) de Dickens.

Se puede decir que en esta primera obra Daudet aún no había encon­trado su camino, que fue de un arte donde la amplia vena sentimental aparece siempre contenida por un claro sentido del estilo, y la humanidad del autor no está estrecha­mente vinculada a motivos autobiográficos. [Trad. de J. Roca y Roca (Barcelona, 1883); en otras traducciones se le ha dado el tí­tulo de Fulanito].

M. Bonfantini

Daudet introdujo en la novela el «repor­taje», la pequeña documentación escanda­losa y escabrosa. Ello deslumbra, atrae, vi­bra, vive, pero en superficie: desde este punto de vista es verdaderamente lo que se dice «le monde». (Ch. Maurras)