[Černyj monach]. Narración del escritor ruso Chejov (Anton Pavlovič Čechov, 1860-1904), escrita en 1894. Es una de las obras más típicas de Chejov, cuyo realismo, derivado de la escuela naturalista rusa cuyo jefe es Gogol, se une a una profunda melancolía lírica. E
l profesor de Psicología, Kovrin, cansado y enfermo de los nervios, va al campo a pasar unos meses con un amigo, un horticultor qué vive con su hija, completamente dedicado a su trabajo. Kovrin, enamorado de la leyenda que cuenta su amigo de un monje negro, medio fantasma y medio espejismo, termina viéndole y hablándole. El monje le dice: «La leyenda, el espejismo y yo somos todos producidos por tu propia fantasía excitada… Yo existo en tu fantasía, tu fantasía forma parte de la naturaleza; luego, yo existo también en la naturaleza». Le habla del gran porvenir que espera a la humanidad en continuo progreso hacia la verdad eterna, guiada por los que consagran su propia vida al Pensamiento y a la Belleza. El profesor es feliz con estos discursos y se siente un elegido de Dios, de suerte que, en su felicidad, e impulsado también por el amigo, se casa con su hija. Pero pronto se da cuenta de que está loco, y la mujer, habiendo sorprendido uno de sus coloquios con el monje, le obliga a someterse a un tratamiento. Kovrin recobra la salud, pero su felicidad se ha destruido; convertido en un simple hombre bilioso e insufrible, abandona a su mujer, que lo ha devuelto a la normalidad privándole de sus maravillosas alucinaciones, y se va a vivir con otra mujer. Kovrin enferma de tisis y muere; el monje negro, que por fin vuelve a aparecérsele, lo consuela convenciéndole de que es un genio que debe morir a causa del gran desequilibrio existente entre el alma eterna y el débil cuerpo mortal.
Ésta es una de las obras más densamente autobiográficas de Chejov: la fe del monje es su propia fe, la excitación metal que aflige a Kovrin a la vez que le hace feliz es su propia excitación mental; en fin, la tisis que mata al protagonista es la misma enfermedad que lentamente mina el organismo del escritor y que acabará con él. Trad. italiana de E. Lo Gatto (Nápoles, 1920).
G. Kraisky