De Gautier tal vez deriva el Milagro de Teófilo [Le Miracle de Théophile], drama religioso de Rutebeuf, que vivió entre 1230 y 1285. Teófilo, sacerdote que tenía una elevada dignidad en la iglesia de Adana en Cilicia, ha sido destituido por el nuevo obispo.
Se dirige a un incrédulo, que tiene relaciones con el diablo, para que le conceda su ayuda; promete otorgársela con tal que reniegue de Dios: tras una breve lucha consigo mismo, Teófilo cede. Satanás, invocado, aparece y estipula el pacto con el sacerdote: éste tendrá de nuevo sus honores, con autoridad y riquezas, obligándose por escrito a ser criatura del diablo. El obispo devuelve a Teófilo su cargo, reparte con él sus bienes, y el sacerdote muestra en seguida su manera de ser, mostrándose malvado. Arrepentido luego, eleva su más ferviente plegaria a la Virgen, que le salva, poniendo otra vez en sus manos el escrito que había dado a Satanás. El obispo cuenta al pueblo el milagro.
El Milagro de Rutebeuf, más ingenioso que inspirado, no es ciertamente una obra maestra, aunque la plegaria a la Virgen no carezca de conmovido lirismo; tiene importancia, sin embargo, en la historia del teatro medieval, por el tema del pacto con el diablo, que se convertirá en uno de los más fecundos de la literatura universal.
V. Lugli