[The Sketch Book of Geoffrey Crayon]. Colección de cuentos y bocetos del norteamericano Washington Irving (1783-1857) publicada en 1819.
Su afición innata al vagabundeo impele al autor a errar por el mundo y a abandonar la América provinciana de su tiempo para conocer «a los grandes hombres de la Tierra». Parte, pues, para Europa, que tiene para él un inmenso hechizo de rememoraciones históricas y poéticas y, durante aquel viaje suyo, esboza novelas, cuentos, apuntes de costumbres, con la actitud de un viajero pronto a entregarse a su propio humor vagabundo, a deleitarse a veces en cosas bellas, a veces en caricaturas, dispuesto a describir no tanto los grandes monumentos, cuanto los singulares rinconcitos que impresionan su fantasía. Las notas de viaje alternan con relatos, algunos, de los cuales son meros apuntes de carácter, como «La esposa» («The Wife»), «El corazón destrozado» («The broken Heart») y otros se funden en antiguas leyendas como el famosísimo Rip van Winkle (v.) «El novio fantasma» («TheSpectre Bridegroom»), «La leyenda de Sleepy Hollow («The Legend of Sleepy Hollow»), con cuadros de la vida inglesa, «Vida campesina en Inglaterra» («Rural life in England»), «Navidad» («Christmas»), «La diligencia» («The stage Coach»); hay también evocaciones históricas como la del rey Jacobo I de Escocia, y la busca de recuerdos del shakespeariano Falstaff (v.) («La taberna de la cabeza de jabalí» [«The Boarss Head Tavern]).
Particularmente interesante es el ensayo sobre John Bull (v.), el típico inglés, sencillo y positivo, mucho más prosaico que poético, profundamente ligado a las tradiciones y usos familiares. Son notables los ensayos acerca de los indios y la exaltación del héroe indio («Philip of Pokanoket») a quien Irving defiende moralmente contra la codicia y la ferocidad cruel de los colonizadores. Macaluay definió a Irving como «el primer embajador que los literatos del Nuevo Mundo enviaron a los del antiguo»; y en realidad Irving es el primer gran literato nacido en América; pero por espíritu, tradición y educación es todavía, esencialmente, un literato inglés. Sólo con el trascendentalismo de Emerson, con el bíblico exotismo de Melville y con las atormentadas novelas de Hawthorne, se inicia el proceso original con que América partirá a la búsqueda y a la conquista de su propio espíritu.
A. P. Marchesini