El Judío de Malta, Christopher Marlowe

[The jew of Malta]. Drama en verso libre del poeta inglés Christopher Marlowe (1564-1593), es­crito hacia 1589-90, publicado en 1633.

La emperatriz de Turquía exige, como de cos­tumbre, un tributo de la isla de Malta, y el gobernador de la isla decide hacerlo pagar a los ricos judíos. Uno de éstos, Barra­bás (v.), se niega, pero su patrimonio es confiscado y su casa transformada en un convento. El judío, así arruinado, prepara fríamente su venganza: durante una orgía hace matar a muchos de los convidados, y entre ellos al enamorado de su hija Abigail; luego envenena también a su hija. Entre tanto, los turcos emprenden la con­quista de Malta y la cercan. Los isleños se defienden heroicamente, pero los turcos, obligados a recurrir al engaño, encuentran pronto un traidor en la persona de Barra­bás, quien les entrega las fortalezas de la ciudad; en recompensa a su traición, recibe el gobierno de la isla. La verdadera finali­dad de Barrabás es, sin embargo, la ruina de los turcos, causa primera de la ruina de su fortuna. Urde, pues, un complot: invitará a los jefes turcos a un gran banquete, pre­parado en una sala con pavimento móvil, y a una señal suya, todos se sumirán en el abismo abierto a sus pies. Pero el mismo Barrabás es a su vez traicionado, y los tur­cos, enterados de su maquinación, precipitan al judío en la misma trampa que les tenía preparada.

El prólogo de este drama es recitado por un personaje llamado Maquia- velo, según la versión isabelina que hacía del autor del Príncipe (v.) un pérfido maquinador de intrigas políticas. Como La trá­gica historia del doctor Fausto (v. Fausto) y el Tamerlán (v.),-esta obra constituye también la tragedia de la voluntad de po­der; un poder que se revela, empero, en sus motivos más morbosos, ya como fre­nesí de riqueza, ya como furia vengadora. La obra es discontinua; particularmente el tercero y el cuarto actos revelan probables retoques de manipuladores posteriores. El judío de Malta es la más completa expresión del maquiavelismo tal como se enten­dió en Inglaterra, símbolo de ateísmo arribista y delictivo. El gran éxito del drama entre el público isabelino fue debido a razones políticas (Maquiavelo era como una diabólica quintaesencia de toda la corrup­ción italiana para las mentes animadas por el celo de la Reforma) y sociales (antisemi­tismo, a consecuencia de las prósperas acti­vidades comerciales de los judíos). La in­triga sólo tiene remotas fuentes históricas. Malta no fue nunca conquistada por los tur­cos, pero sufrió un sitio en 1565. La historia de los frailes (acto IV, esc. 2.a y 3.a), que se repite incluso en dos obras de Thomas Heywood (15739-1641), deriva indirecta­mente del Novellino (cfr. 1.a Nov.), de Masuccio. [Trad. española de Juan G. de Luaces en el volumen Teatro de Marlowe (Bar­celona, 1952)].

E. Allodoli