[Der junge Medardiis]. Drama histórico de Arturo Schnitzler (1862-1931), representado en el Burgtheater de Viena en 1910.
El drama se desarrolla en la Viena del 1809, durante la segunda toma de la ciudad por Napoleón; el estudiante Medardo, hijo de un librero vienés, desearía combatir contra el invasor de su patria. Pero a pesar de sus fieros propósitos de matar al tirano, mata, simplemente, a una mujer, por celos. Una muerte heroica redime todas sus culpas; ante el oficial ayudante de Napoleón reivindica altamente su intención de libertar a su pueblo de las manos del usurpador, rechaza su clemencia y es fusilado. La acción central, entresacada de un hecho histórico, se complica en tortuosa trama con las aventuras del Duque de Valois, emigrado francés establecido en Viena y pretendiente a la corona de Francia. El Duque tiene dos hijos: Francisco, que tendría que ser el heredero y que, en cambio, convertido en el amante de la hermana de Medardo, se mata con ella arrojándose al Danubio, y la joven y bellísima Elena de Valois. Ésta, sumamente ambiciosa y orgullosa, después de la muerte de su hermano aspira a ser madre de los futuros reyes de Francia: voluptuosa y sensual, tortura a Medardo ora entregándose a él, ora negándose e impulsándole a asesinar a Bonaparte. En primer plano está — como una reminiscencia del antiguo coro — la población de Viena, dividida con respecto al invasor entre la admiración y el odio, entre llamaradas heroicas de libertad y el deseo de paz; después, curiosidad y admiración por la nueva Corte fastuosísima, intereses y ambiciones nuevas, nostálgicos recuerdos.
Todo esto hace de acompañamiento en sordina al dramón que en la primera redacción duraba siete horas, con 18 cuadros y 79 personajes; pero en el cual, aparte de la habilidad de los continuos golpes de teatro, no hay nada que tenga valor poético, ni asoma ninguna de las cualidades del Schnitzler de la buena época, el de Teresa (v.), del Ciego Jerónimo (v.), y de Amorío (v.).
B. Allason