El Inglés de los Güesos, Benito Lynch

Novela rural del escritor argentino Benito Lynch (1885-1951), publicada en 1924. James Gray, a quien llaman en el lugar «el inglés de los güesos», ha venido especialmente desde Cambridge al puesto de la estancia en que vive Balbina o «la Negra» para realizar in­vestigaciones de tipo antropológico en la cercana laguna de «los Toros». Consagrado a su tarea, que espera no le lleve más de un año, no se da cuenta ni del odio, primero, de la muchacha hacia él, por el castigo que recibió de la madre a raíz de haberlo hecho objeto de las pesadas bromas de iniciación campera; tampoco advierte después el amor, cuando él, con elementos de su botiquín de campaña, le cura de modo instantáneo un terrible dolor de oídos. Amor que aumenta cuando Santos Telmo, que la pretende, mo­vido por los celos le apuñala por la espalda. En el transcurso de la curación, Balbina no deja que nadie lo atienda sino él, y ya no le oculta su amor. Pero James es un «gentleman», contenido y frenado. Frente a las manifestaciones ingenuas y francas de la muchacha, piensa en su carrera y en la cátedra universitaria, recompensa final de sus esfuerzos.

Por otro lado, el amor apasio­nado y exclusivo de Balbina, como no cree que vuelva a presentársele otro en la vida, le hace vacilar. Insistentemente le pide ella que no se vaya. Enferma de desesperación, mientras él prepara sus cosas para el re­greso, aconsejada ella por la curandera de la región, recurre a brujerías. Pero no ob­tiene ningún resultado. El cariño de Balbina es derrotado por el deber y la ambición. James regresa, pues, a Inglaterra, y Balbina se mata. Es una pastoral de amor campesi­no, tanto como un excelente cuadro de costumbres rurales y un estudio psicológico de los personajes, comprendiendo no sólo a Balbina y a James, sino a los padres de ella, a su hermano, al pretendiente despechado, a las vecinas, al dueño de la estancia, al ad­ministrador, la «médica» y su nieto glotón. El contraste entre las dos culturas, propio del género rural ríoplatense, entre un mundo todavía primitivo, como el del campo, y el de los centros de la alta cultura occidental, está visto a través de los dos personajes principales. Directa espontaneidad-y entrega sin freno a los sentimientos, ella; con auto­dominio y pleno sentido de los fines y pro­pósitos, James. Termina el libro con una casi imperceptible condena del excesivo do­minio de la voluntad sobre los sentimientos, que quedan pospuestos a las conveniencias e intereses.

E. F. Rubens