[The Man of Destiny). Comedia de George Bernard Shaw (1856-1950), estrenada en 1896 y editada dos años después.
La acción, en la que nada hay de histórico, se desarrolla en una hospedería de Tabazzano, donde el autor imagina gratuitamente que se detiene Napoleón Bonaparte camino de Milán después de su victoria en la batalla de Lodi. Una señora, medio inglesa, medio irlandesa, ha sustraído, disfrazada de caballero, un paquete de cartas dirigidas al gran caudillo para impedir que lea una comprometedora para Josefina, de la que ella es amiga. Sería superfluo decir cómo descubre Napoleón el hurto y consigue recoger sus cartas. La trama tiene más de farsa que de drama histórico. Pero el interés de la comedia estriba en los dos caracteres: Napoleón, en el que ya madura una ambición heroica y egoísta a un tiempo, y la lady rica en recursos, falta de prejuicios, pero noble de corazón. Es notable lo que el autor, irlandés, pone en boca de Bonaparte sobre la índole y la política de los ingleses. «Ningún inglés es demasiado bajo para sentir escrúpulos, ningún inglés es demasiado alto para verse libre de su tiranía. Pero todos los ingleses han nacido con un milagroso poder que los hace dueños del mundo.
Cuando el inglés quiere una cosa no se dice nunca a sí mismo que la desea; espera hasta que nazca en él, nadie sabe cómo, la ardiente convicción de que es su deber moral y religioso procurarse lo que desea. Entonces se convierte en irresistible… Si quiere un nuevo mercado para sus productos, envía a un misionero para que enseñe a los indígenas el Evangelio de paz. Los indígenas matan al misionero; el inglés empuña las armas en defensa del cristianismo, combate, conquista, y se queda con el mercado como premio del cielo… Combate allí por principio patriótico, roba por principio comercial, y esclaviza por principio imperial… Sostiene a su rey por principio de lealtad y lo decapita por principio republicano. Su divisa es siempre el Deber, y no olvida nunca que una nación que permite a su Deber entrar en pugna con sus intereses está perdida». La comedia es una bagatela («trifle», la llama el autor); pero es amena y vivaz.
E. Di C. Seregni
En un momento de ocio de 1895 emprendí esta pequeña obra escénica titulada The Man of Destiny que es poco más que un hábil juguete, escrito para dar lugar a que dos actores principales desplieguen todo su virtuosismo. (G. B. Shaw)