[The Cricket on the Hearth]. Uno de los cuentos de Navidad de Charles Dickens (1812-1870), publicado en 1846. El recadero John Peerybingle vive felizmente con su joven esposa Dot, aunque la sinceridad de los sentimientos de ésta sea puesta en duda por el anciano y maligno Tackleton, que está a punto de casarse con una mujer más joven que él, May Fielding. Estas insinuaciones parecen encontrar confirmación cuando un viejo extravagante se va a vivir con los Peerybingle, y John lo descubre un día transformado en un apuesto joven — por haberse quitado la peluca—, y en coloquio con Dot. En este punto interviene, como un «deus ex machina», el grillo del hogar, el «genio del hogar doméstico», que evoca ante el desesperado recadero una serie de imágenes de su mujer, en distintos aspectos, que hace ablandar el corazón del hombre; John da las gracias al pequeño dios doméstico, decide no tener en cuenta la malignidad de Tackleton, y perdonar la culpa de su esposa, que atribuye a la incompatibilidad de sus edades y caracteres. Pero luego resulta que nada había que perdona…*, ya que el joven es un antiguo amigo, enamorado de May Fielding, al que se tenía por muerto y que llega a tiempo para impedir su boda cori Tackleton. Los tipos más acertados son, empero, Caleb Plummer y su hija ciega, Berta, fabricantes de juguetes. Éstos dan pie para introducir episodios emocionantes, como cuando el anciano Caleb simula un andar desenvuelto y un vigor juvenil para hacer creer a su hija que todo va viento en popa, mientras que en realidad están a merced de los dos explotadores, Gruff y Tackleton. El cuento, que a pesar de todo no deja de tener sus méritos, hace demasiado fácil la felicidad de los humildes para que resulte convincente. [Trad. española de M. Ortega y Gasset (Madrid, 1920) y de José Méndez Herrera en Obras completas, tomo I (Madrid, 1951)].
M. Praz