[Le Chariot d’or]. Obra póstuma del francés Albert Samain (1858-1900), publicada en 1901, compuesta de tres partes: Las rosas en el búcaro [Les roses dans la coupe], Elegías [Élégies] e Interior [Intérieur]. A causa de un oculto motivo musical, campea en los versos de toda la serie una languidez opalescente que transfigura las situaciones en melancolía sin fin. Fuera de los mismos elementos simbolistas, que caracterizaban su primera colección En el jardín de la Infanta (v.), visiones de primavera, nocturnos, nieblas en los puertos, son contemplados con aflicción, con tristeza: sobre todo se derrama el amor por una criatura de sueño, que incita al sufrimiento el corazón del poeta y lo purifica en una íntima contemplación de belleza. A este respecto, el autor nos ha dado ciertamente lo mejor de su creación, por la sinceridad de sus confesiones y por la escasez de elegancias literarias, de las cuales era frecuentemente víctima en otras ocasiones. En la parte titulada Sinfonía heroica [Symphonie hérdique], añadida a esta publicación póstuma, se notan claros influjos decadentes y una turbia sensualidad que no llega a declararse, lo mismo trate de Hero- días o de paisajes orientales, según temas comunes a toda una corriente literaria que llevaba al paroxismo de la morbidez y de la excitación las visiones armónicas de Leconte de Lisie y los amplios frescos del Flaubert de Salambó (v.) y de las Tentaciones de San Antonio (v.). El poema propiamente titulado Sinfonía heroica, en un canto de «Poderosos» — guerreros, reyes, apóstoles, poetas —, muestra más claramente las huellas de atractivos literarios incluso discordantes, que pugnan por adueñarse del ánimo del cantor. También por esta actitud de debilidad creadora, Samain había de constituir un documento representativo de la fortuna del simbolismo y de la tenue poesía que nos legó.
C. Cordié