Obra apologética de Eusebio de Cesarea, obispo y escritor de la Iglesia cristiana del siglo IV. Comprende veinte libros, de los cuales han llegado a nosotros los diez primeros y un largo fragmento del XV, y constituye, junto con la Preparación evangélica (v.), una sola obra; escrita después del 315, es una defensa contra las acusaciones de los judíos contra los cristianos. Tras algunas observaciones de carácter general (por ejemplo, sobre el valor universal del cristianismo anunciado por los profetas, y superior por esto a la ley mosaica), el autor trata los puntos particulares de su tema, es decir, la posición de los paganos respecto a la predicción profética, la figura de Cristo como Mesías, las doctrinas de Dios y el «logos», las predicciones relativas a la aparición del «logos» sobre la tierra, la vida de Cristo entre los hombres. La obra queda interrumpida al hablar de la Pasión y la Muerte de Cristo. Eusebio demuestra, tanto en este escrito como en la Preparación, ser completamente superior a los apologetas anteriores, porque, aun repitiendo en parte sus mismos argumentos, desarrolla su controversia de modo claro y preciso, demostrando conocer a fondo las obras de sus adversarios, en particular las de Porfirio, contra las que dirigió un escrito apologético perdido, y se esfuerza en penetrar y comprender históricamente las doctrinas religiosas de los paganos y de los judíos.
C. Schick