[De vera et falsa religione, Huldrici Zuinglii Commentarius]. Obra del reformador suizo Ulrico Zuinglio (Huldreich Zwingli, 1484-1531), editada en 1525.
Después de los Lugares comunes teológicos (v.) de Melanchton, es el primer escrito dogmático de la Reforma (v.). En forma de un comentario a los pasajes de la Sagrada Escritura referentes a las cuestiones tratadas (de ahí el título) habla de la definición de la religión, de Dios, del hombre, de la religión cristiana, del Evangelio, de la penitencia, de la ley, del pecado, de la autoridad de las llaves, de ¿a Iglesia, de los sacramentos (bautismo, eucaristía), de la confesión, de los demás sacramentos, del matrimonio, de los votos, de la invocación de los santos, del mérito, de la oración, del purgatorio, de la magistratura, de los escándalos, de las estatuas y de las imágenes. El punto de vista es fuertemente crítico y polémico. La obra es interesante como expresión de la original y fuerte personalidad del reformador de Zurich.
Históricamente es sobre todo importante por la exposición de la doctrina sobre los sacramentos, que, como es sabido, es más radical que la de los otros reformadores. El autor polemiza no sólo contra el concepto sacramental romano, sino también contra la idea luterana de una convalidación de la fe por medio de los sacramentos. Si, en efecto, la validez de los sacramentos depende de la fe, es absurdo pensar que ésta sea tan poco consciente de sí misma que necesite la confirmación de un signo ceremonial. Pero los sacramentos son «ceremonias mediante las cuales el hombre demuestra a la Iglesia que es un candidato o un soldado de Cristo, y confirman más bien a la Iglesia que a ti mismo en tu fe». Tratando de la eucaristía, el autor comenta las palabras de Cristo (Juan 6; 64): «El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Mis palabras son espíritu y vida».
La fe en Cristo por sí sola quita el hambre y la sed del alma y es completamente suficiente. Las palabras de la institución de la Cena del Señor: «Este es mi cuerpo», deben entenderse metonímicamente: «est» está por «significat». «Es, por lo tanto, la Eucaristía, o Sinaxis, o Cena del Señor, nada más que una conmemoración, por la que los que creen firmemente estar reconciliados con el Padre por la muerte y la sangre de Cristo anuncian esta muerte vital, es decir la alaban, se alegran de ella, la predican…». Este radicalismo fue más tarde modificado, como es sabido, por influencia especialmente de Calvino. La obra de Zuinglio va precedida, como más tarde la Institución cristiana (v.) de Calvino, por un epístola dedicatoria al rey Francisco I.
G. Miegge